Cap Vermell Grand Hotel ha celebrado este jueves una velada muy especial, protagonizada por Sadhguru (Mysore-India,1957), el célebre yogui y místico indio cuya profunda sabiduría y enseñanzas transformadoras han marcado la vida de millones de personas en todo el mundo. Sus enseñanzas abarcan temas como la meditación, el yoga, el bienestar humano y la conexión con la naturaleza, y defiende la necesidad de salvar la tierra, de incrementar la presencia en ella de materia orgánica como forma de preservar la vida en el planeta.
Ante un exclusivo número de invitados, el CEO del Grupo Cap Vermell, Toni Mir, planteó una serie de cuestiones a Sadhguru. El objetivo era presentar la entrevista como una conversación íntima, con preguntas relativamente sencillas de difícil respuesta, que en mayor o menor medida todos nos planteamos, tal y como afirmó Toni Mir poco antes de comenzar la charla. ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿cómo se relaciona la espiritualidad con las nuevas tecnologías?, ¿cómo la inteligencia artificial puede influir en el desarrollo personal? o ¿cómo ve el mundo dentro de veinte años? fueron algunas de las cuestiones tratadas.
Sadhguru entró en el salón de actos de Cap Vermell y lo primero que dijo fue «voy a cruzar las piernas –en postura de meditación– porque si no la cabeza no me va», cerró los ojos y realizó un breve cántico. Después se dirigió a los asistentes con un cordial saludo. Entre algunas de sus muchas reflexiones, lamentó que «ninguna generación ha vivido antes la vida con el confort que tenemos ahora, y sin embargo estamos continuamente quejándonos».
Sobre la enseñanza que se le puede dar a un niño de corta edad planteó: «¿En un día de 24 horas quién es más feliz, tu hijo o tu?», para responder que «cuando un niño entra en nuestras vidas no hay que enseñarle nada, son más puros, no hay que enseñarle cómo ser feliz, ya lo es». Para Sadhguru, la felicidad no depende de factores externos, «placer y dolor, todo ocurre dentro de uno mismo, incluso la luz y la oscuridad».
Al finalizar el encuentro, se sirvió una cena degustación de los restaurantes que componen el destino gastronómico de Cap Vermell Grand Hotel: Voro, The Crossing, Roka y Tapas Bar. Toni Mir señaló que esta charla con Sadghuru es la primera de una serie de conversaciones que se celebrarán en Cap Vermell con personalidades que sean capaces de transmitir mensajes destinados a transformar la sociedad.
Cap Vermell Grand Hotel ha celebrado este jueves una velada muy especial, protagonizada por Sadhguru (Mysore-India,1957), el célebre yogui y místico indio cuya profunda sabiduría y enseñanzas transformadoras han marcado la vida de millones de personas en todo el mundo.
Vergonzosa velada, falta de respeto.
Como un personaje de este calibre puede presentarse en hoteles de 5 estrellas a dar lecciones de felicidad.
Que vaya a enseñar felicidad a países que están en guerra, a gente necesitada, a familias que han perdido a sus hijos, a gente que muere de hambre y de sed, a familias de los migrantes muertos y desaparecidos, etc. Mucho trabajo podría hacer .
Irrespetuosidad social en veladas para entretenerse y pasar el día.
Es importante reconocer que la realidad diaria y las dificultades que enfrentamos pueden tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y mental. Aunque es cierto que nuestra interpretación y respuesta a los eventos externos son cruciales, también es cierto que las circunstancias externas pueden ser extremadamente desafiantes y a veces abrumadoras.
Por ejemplo, alguien que lucha contra la pobreza, la enfermedad, la discriminación o la violencia puede encontrar difícil cultivar la felicidad interna, independientemente de su perspectiva o actitud. Las dificultades y desafíos de la vida pueden ser duros y reales, y pueden requerir más que un cambio de perspectiva para ser superados.
Además, la idea de que la felicidad es completamente interna puede, en algunos casos, llevar a la auto-culpa y a la auto-crítica cuando las personas no se sienten felices. Puede sugerir que si alguien no es feliz, es su propia culpa por no ser capaz de cultivar la felicidad interna, lo cual puede ser una visión simplista y potencialmente dañina.
Este señor barbudo tendría que pasarse por los parques yvisitar a la gend que no tiene donde dormir. Todo lo demás es blanquear la desigualdad y la esclavitud. Habría qud demoler estos antros para Caytanos...
7 comentarios
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Me recuerda a Al Gore dando conferencias con su jet sobre la emergencia climática.
SolagneA que siguiente Hotel de lujo se presentará para dar clases de felicidad? Ingenuidad social y falta de respeto
Drosta lek ThunPienso igual. Denigrante, vergonzoso, irrespetuoso, penoso. En que próximo hotel de lujo se presentará para dar clases de felicidad ???
Vergonzosa velada, falta de respeto. Como un personaje de este calibre puede presentarse en hoteles de 5 estrellas a dar lecciones de felicidad. Que vaya a enseñar felicidad a países que están en guerra, a gente necesitada, a familias que han perdido a sus hijos, a gente que muere de hambre y de sed, a familias de los migrantes muertos y desaparecidos, etc. Mucho trabajo podría hacer . Irrespetuosidad social en veladas para entretenerse y pasar el día.
Es importante reconocer que la realidad diaria y las dificultades que enfrentamos pueden tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y mental. Aunque es cierto que nuestra interpretación y respuesta a los eventos externos son cruciales, también es cierto que las circunstancias externas pueden ser extremadamente desafiantes y a veces abrumadoras. Por ejemplo, alguien que lucha contra la pobreza, la enfermedad, la discriminación o la violencia puede encontrar difícil cultivar la felicidad interna, independientemente de su perspectiva o actitud. Las dificultades y desafíos de la vida pueden ser duros y reales, y pueden requerir más que un cambio de perspectiva para ser superados. Además, la idea de que la felicidad es completamente interna puede, en algunos casos, llevar a la auto-culpa y a la auto-crítica cuando las personas no se sienten felices. Puede sugerir que si alguien no es feliz, es su propia culpa por no ser capaz de cultivar la felicidad interna, lo cual puede ser una visión simplista y potencialmente dañina.
Esto es tan ridículo como insultante.
Este señor barbudo tendría que pasarse por los parques yvisitar a la gend que no tiene donde dormir. Todo lo demás es blanquear la desigualdad y la esclavitud. Habría qud demoler estos antros para Caytanos...