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baluarte

Del fr. ant. balouart, y este del neerl. medio bolwerc.

1. m. Obra de fortificación que sobresale en el encuentro de dos cortinas o lienzos de muralla y se compone de dos caras que forman ángulo saliente, dos flancos que las unen al muro y una gola de entrada.

2. m. Amparo y defensa.

'No me puedo quejar' es una de mis coletillas en cualquier conversación; y la verdad es que así es, seguro que podría ir peor. Entre mis muchas alegrías cotidianas se encuentran los minutos de charlas que comparto cada día con el artista Pep Coll, un tipo del que es fácil distinguir un trabajo suyo cuando se está delante de alguno; pero del que además apreciamos su diálogo, su infinito caudal de datos, anécdotas y curiosidades que guarda archivadas en la mente y que afirma, jocosamente, que algún día podrían hacerle ganar un concurso. En una de nuestras tertulias no pude evitar preguntarle por sus coetáneos, la llamada generación del 50 de nuestra isla, y cómo a uno le puede la curiosidad, busqué nombre por nombre su producción, su estilo y sus próximas exposiciones a las que difícilmente faltaré; cada uno de ellos no merece menos. Un dato extremadamente curioso en esta búsqueda fue la desagradable sorpresa que supone ver que, mientras los artistas Ramon Canet, María Carbonero, Pep Llambias, José Manuel Menéndez Rojas, Rafa Forteza, Pep Canyelles, Rafael Joan o evidentemente Miquel Barceló tienen un pequeño hueco en nuestro museo de arte moderno y por supuesto, no cabe duda de que cada uno de ellos lo merece, otros como el mismo Pep Coll, Lluís Maraver, Juan Segura, Angel San Martí, Joan Costa o la malograda Dolors Sampol no hallan el refugio y la protección que Es Baluard debería ofrecerles. Me llama la atención que siendo todos autores con currículums impresionantes, con reconocimiento local e incluso internacional, que estando dotados de estilos propios y diferenciadores, no todos pasen el filtro de selección de este organismo, incluso después de que instituciones como el Ajuntament, Govern y Consell se llenasen la boca de querer apoyar a los creadores locales comprando obra para ayudar a paliar, en lo posible, la tremenda presión que debieron sufrir durante la pandemia y es que a todo se acostumbra uno, menos a no comer.