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En la madrugada del sábado se montaron en varias carreteras de Mallorca controles voluntarios para comprobar el nivel de alcohol de los conductores. Esta iniciativa, que llevan a cabo voluntarios, forma parte de una campaña que realiza el Govern balear y Tráfico. Se trata de una campaña preventiva y no sancionadora, ya que lo que se pretende es que una persona que ha tomado alguna copa pueda comprobar, antes de coger su vehículo, si su tasa de alcohol supera el límite permitido. Estos cinco controles se montaron en el Passeig Marítim de Palma (donde se observó un gran despliegue policial), en Manacor, Calvià, Artà y Andratx. Se buscaron lugares de ocio y, según comentó el coordinador del control de Andratx, Antoni Ariza, fueron muchos los conductores que voluntariamente «soplaron» por el alcoholímetro. Al comprobar que superaban la tasa mínima de alcohol, muchos de ellos renunciaron a coger el coche.