Los equipos de emergencias retiraron los restos mortales del motorista de Llucmajor.

TW
0

Con una hora de diferencia se registraron ayer dos accidentes de tráfico en Llucmajor y Manacor que se saldaron con un trágico balance: dos muertos y un herido, además de retenciones kilométricas.

La racha fatal continuó y a las 19.00 horas un coche y un camión se estrellaron en la carretera que enlaza Felanitx con Manacor, dentro de este último término municipal. El Fiat del fallecido, que es un joven magrebí, quedó destrozado tras la violenta colisión y el vehículo pesado, que iba cargado con gravilla, perdió el control y volcó en una finca colindante, perdiendo toda la carga. De nuevo los bomberos de Manacor, la Guardia Civil, ambulancias del 061 y también la Policía Local acudieron a prestar ayuda, aunque tal y como ocurrió en Llucmajor se encontraron con que ya no podían hacer nada por el conductor del turismo. El impacto había sido tan brutal que el conductor falleció casi al instante. El chófer del camión fue evacuado hasta un centro hospitalario, pero su estado no era demasiado grave, según informaron en fuentes sanitarias. El caos se apoderó durante dos horas de aquella carretera, con circulación muy lenta en ambos sentidos. Al cierre de esta edición no había trascendido la identidad del joven marroquí.

El primer siniestro, el que costó la vida a Miguel Àngel Baeza, ocurrió a las 17.45 horas en el kilómetro 5-600 de la carretera de Llucmajor, cerca del puente en construcción. La motocicleta de gran cilindrada del piloto, que tenía 71 años, perdió el control en una pequeña curva, invadió el carril contrario y se estrelló frontalmente contra una furgoneta Ford Transit matrícula 6806-BYP. Miguel Àngel salió despedido con gran violencia y su cuerpo, agonizante, quedó tendido en mitad de la calzada. Cuando los equipos sanitarios llegaron ya no pudieron reanimarlo y al poco tiempo se certificó el óbito. Los ocupantes de la furgoneta no sufrieron lesiones graves y los bomberos del parque de bomberos de Llucmajor estuvieron dos horas trabajando en el punto kilométrico del accidente, para restablecer la normalidad. La Policía Local y la Guardia Civil desviaron el tráfico, lo que originó retenciones kilométricas. La víctima mortal había sido presidente de la Asociación de Vecinos de Las Palmeras.