El jugador de los Cavaliers de Cleveland, LeBron James (i), disputa el balón con Paul Pierce (d), de los Celtics de Boston. | Efe

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Ni la lesión en el codo derecho, ni jugar en Boston, impidió al alero LeBron James dar una exhibición encestadora para guiar a los Cavaliers de Cleveland a la victoria por 124-95 en el tercer partido de la semifinal de la Conferencia Este que dominan por 2-1 al mejor de siete.

James, que asumió que su lesión del codo derecho no desaparecerá hasta que deje de jugar en la presente temporada, salió al TD Garden de Boston mentalizado para sufrir las molestias, pero inspirado con su toque de muñeca que le permitió anotar 21 puntos.

Su dominio en el juego de ataque permitió a los Cavaliers ponerse con un parcial de 36-17 que iba a ser definitivo en el resultado final de partido, auténtica pesadilla para los Celtics, al ser la peor derrota de su historia que han sufrido en su campo durante la fase final del campeonato.

James iba a ser su verdugo al concluirlo con un 38 puntos, ocho rebotes, siete asistencias, dos tapones y una recuperación de balón.

La estrella de los Cavaliers jugó 39 minutos para anotar 14 de 22 tiros de campo, incluidos 2 de 3 triples, y 8-9 desde la línea de personal.

"El equipo recuperó su mejor juego defensivo y también hicimos bien las cosas en ataque", declaró James. "El objetivo era recuperar la ventaja de campo y eso ya está conseguido, ahora la presión vuelve a estar de su lado".

Al valorar la lesión del codo dijo que no había llegado a Boston para lamentarse, sino para jugar el mejor baloncesto y ayudar al equipo a conseguir el triunfo.

"Todos éramos conscientes de lo importante del triunfo en el tercer partido después de haber dejado que nos ganasen en el segundo", señaló la figura de los Cavaliers.

James, que estableció una nueva marca de equipo con los 21 puntos en un sólo cuarto de un partido de la fase final, dijo que se había encontrado bastante bien del codo y eso se notó en el esfuerzo que pudo hacer durante todo el partido.

El alero Antawn Jamison lo apoyó con un doble-doble de 20 puntos y 12 rebotes para justificar el valor de su traspasado conseguido de los Wizards de Washington.

Otros cuatro jugadores de los Cavaliers consiguieron también dobles dígitos, incluido el escolta reserva Delonte West, que anotó 14 puntos, mientras que el pívot Shaquille O'Neal y el base Mo Williams llegaron a los 12 tantos cada uno.

El ala-pívot brasileño Anderson Varejao jugó 17 minutos para aportar seis puntos después de anotar 2 de 3 tiros de campo y 2-2 desde la línea de personal, capturó cuatro rebotes y puso un tapón.

Como equipo los Cavaliers tuvieron nada menos que un 60 por ciento de acierto en los tiros de campo, el 42 (5-12) de triples y el 91 (31-34) de personal.

"Es cierto que James fue el que estableció el ritmo y liderazgo del partido, pero el resto de los jugadores le imitaron con una gran aportación", declaró Mike Brown, entrenador de los Cavaliers.

El base Rajon Rondo, que en el segundo partido había empatado la mejor marca de asistencias en la fase final al repartir 19, volvió a ser el director en el juego de los Celtics, pero se quedó con 18 puntos y dio sólo ocho pases de anotación.

El alero Kevin Garnett aporto 19 puntos, pero capturó sólo cuatro rebotes para ser una de las claves que les costó la derrota al ser dominados en ese apartado por los Cavaliers.

El equipo de Cleveland capturó 45 rebotes por tan sólo 30 de los Celtics, que dentro de la pintura anotaron 30 puntos por 52 de los Cavaliers.

El alero Paul Pierce le tocó la noche de los fallos y anotó sólo 4 de 11 tiros de campo (11 puntos) y el escolta Ray Allen vivió la misma experiencia.

Allen anotó 2 de 9 tiros de campo y sólo hizo un intento de triple para quedarse con siete puntos.

Los Celtics fallaron 10 de los primeros 13 tiros de campo para quedarse con un 27 por ciento de acierto y 21 puntos de desventaja en el marcador en el cuarto inicial.

"Al concluir el primer cuarto ya sabíamos que íbamos a tener un partido muy complicado y al final así fue", declaró Doc Rivers, entrenador de los Celtics. "No hicimos bien las cosas y eso se notó en el resultado final".

El cuarto partido de la serie se disputará también en el TD Garden, de Boston, el domingo, y los Celtics son conscientes de que lo único que les vale es el triunfo.