Los jugadores del Mallorca en el campo del FC Utrech. | Carlos Román

TW
2

FC Utrecht 2

Mallorca 0

FC UTRECHT: Vorm, Loval, Oar, Van der Maarel, Maguire, Keller, Danso, Vorstermans, Zullo, Nijholt y Sarota.
También jugaron: Heerings, Huisman, Markiet y Dickoh.

REAL MALLORCA: Lux, Cendrós, Rubén, Martí Crespí, Corrales, Martí, De Guzman, Pereira, Castro, Sergio Tejera y Sergi Enrich.
También jugaron: Josemi, Ayoze, Bruno China, Keita, Pina y Víctor.

Àrbitro: P. Vink. Amonestó a Corrales.

Goles: 1-0, minuto 34, Loval. 2-0, minuto 39, Vorstermans.

El Mallorca cayó ayer por 2 a 0 ante el Utrecht en el último partido de la gira holandesa que el club bermellón ha realizado por tierras holandesas. El Mallorca inició la batalla dormido y con muchos problemas en su sistema de seguridad. El Utrecht, que no quiso morder demasiado al principio, se fue arriba a partir de la media hora y le golpeó el rostro a su invitado en su primer despiste de gravedad. Un buen centro descolocó a los centrales bermellones y Loval, después de ganarle claramente la partida a Martí Crespí, fusiló a Lux sin piedad para romper el hielo (minuto 34).
Con el marcador de su lado, el Utrecht se encontró aún con menos resistencia y aprovechó la resaca del primer gol para matar el partido cinco minutos más tarde. Esta vez el fallo fue de Germán Lux, que se quedó a media salida mientras Vorstermans cabeceaba libre de marca, con el permiso de la zaga mallorquinista (min.39). La cosa pudo haber ido a peor si Loval hubiese estado más acertado al rematar un lanzamiento de esquina.
Con la reanudación llegaron los cambios y la mejoría del Mallorca. Laudrup inventó una nueva salida y colocó a Corrales por delante de Ayoze, en el mismo sitio que había ocupado hasta ese momento Gonzalo Castro. El cuadro balear fue a más y comenzó a trazar oportunidades del gol, aunque se encontró esta vez con la muralla de Vorm. El portero del Utrecht desquició a los jugadores visitantes y les arruinó la tarde con una serie de acciones espectaculares. Primero a remate de Rubén y luego a Emilio por partida doble. El Mallorca volvió a quedarse con las ganas de perforar la meta del rival y añade otro tema a la carpeta de asuntos pendientes.