Otra vez la regidora Sonia Vivas

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El pasado 27 de abril, en un medio escrito, la regidora del Ayuntamiento de Palma Sonia Vivas cargó contra los policías locales que organizaron la fiesta en el cuartel de Sant Ferran. La fiesta no cumplía las normas dictadas por el Govern balear, según comentan, porque dicha fiesta se prolongó en el tiempo. Además, los asistentes iban sin mascarilla y sin cumplir con la distancia establecida en las normas.

La regidora Vivas, según mi modesta opinión, no utilizó en su crítica la misma vara de medir cuando suceden otros incumplimientos como por ejemplo la noche en que la ciudadana presidenta y sus acompañantes fueron encontrados a altas horas de la madrugada tomando sus copas en un bar, que, por cierto, ha tenido que cerrar sus puertas, como tantos otros.

Debe pensar la regidora que mejor no meterse en estos fregados porque el Pacto podría peligrar. Otra de las perlas dichas por la regidora fue cuando se publicó en otro medio escrito al referirse a los penes pequeños (según ella) afirmando que quien los tiene, los hombres claro, suelen ser más beligerantes. Absolutamente nadie de Unidas Podemos ni mucho menos del PSIB-PSOE se manifestó sobre este asunto, más bien todo lo contrario. Recibió todos los apoyos posibles de sus compañeros/as de aventuras. ¡Figúrense! Añadió en su cuenta oficial de la red social Twitter que «el que no cumple (supongo que se refiere en la cama) suple con violencia su carencia».

Qué pena dedicar su tiempo y dinero público a estos comentarios. La crítica Sonia Vivas debe analizar, explicar y deducir y no suponer como es su costumbre.