Estoy viendo por TV la llegada a España de los féretros de David Beriáin y de Roberto Fraile, y se me parte el corazón. Es rara la ocasión en la que los periodistas ‘de a pie’ protagonizan la noticia. Y casi siempre es porque han muerto realizando su trabajo.
Es entonces cuando todos los medios alaban la labor del reportero, del periodista que se la juega en el extranjero. Poco se habla en noticieros y diarios sobre las condiciones laborales del periodista en general. De que por un reportaje, se paga de media unos 75€; de que en una redacción, un periodista no sabe cuánto cobra el de al lado; o de que, en ocasiones, ni siquiera pagan a un periodista novel por sus artículos, porque conseguir ser publicado ya es suficiente recompensa. Es hipócrita alabar la labor de los reporteros, cuando se les ningunea de esta manera.