He leído que, de nuevo, el pasado sábado 15 de mayo la Policía tuvo que intervenir para desalojar a 9.000 personas celebrando botellones en Barcelona. ¿Qué nos pasa? Me parece surrealista que a estas alturas se repita la misma situación, sobre todo después de lo ocurrido el primer día sin toque de queda.
Soy la primera que entiende que apetezca, es más, me apetece. Pero también sé que no debemos abusar, aunque legalmente se pueda. ¿No nos ha bastado el año que llevamos prácticamente encerrados? Esto no ha terminado y, solo se nos pide un poco de responsabilidad. Hay muchísimas otras alternativas para pasar un buen rato con amigos antes que montar una verbena en la calle en plena pandemia mundial.
Esto es trabajo de todos y seguro que los que trabajan en hospitales nos agradecerían que tuviéramos un mínimo de sentido común.