No es la primera vez que he sido víctima de la influencia de Tik Tok. Primero fue visitar algún lugar recóndito de un pueblo desconocido, después comprarme un producto de belleza y ahora querer probar todos los restaurantes que recomiendan los “tiktokers”.
Hace tiempo que muchos negocios se están viralizando gracias a TikTok y es que para ellos, puede resultar muy provechoso, ya que así incrementan sus beneficios, pero para los clientes, significa largas colas y esperas para probar algo que ni siquiera saben si es bueno.
La masificación de sitios se está convirtiendo en un problema serio y mucha gente empieza a estar cansada de no poder ni caminar por sus pueblos.
El reto está en encontrar el equilibrio entre aprovechar las recomendaciones de las redes sociales y mantener un cierto sentido crítico. No todo lo que vemos en TikTok es siempre garantía de calidad, y a menudo la masificación puede acabar deteriorando la experiencia.
Nosotros somos quienes decidimos hasta qué punto nos dejamos llevar por estas tendencias, y quizás sea hora de priorizar la autenticidad por encima de la popularidad viral.