Las redes sociales son un peligro para la salud mental de las personas. Se trata de un espacio donde estamos constantemente expuestos a imágenes de belleza ideal y estereotipada, cosa que nos provoca compararnos con los otros. La presión para seguir estos estándares genera inseguridades e insatisfacción con la apariencia de uno mismo. Ahora bien, el problema principal somos los usuarios detrás de las pantallas. Las redes sociales facilitan a las personas tener la libertad de comentar sobre el físico de los otros, habitualmente de manera ofensiva. Estos comentarios sobre el cuerpo y la apariencia de las personas repercuten negativamente a la salud mental de los afectados, provocando desde baja autoestima hasta trastornos de la imagen corporal.