Los límites de exPRESIÓN estética

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Hablar de los demás con total impunidad parece ser el deporte de moda en este país. Cuando nos golpean problemas sociales reales como el precio de la vivienda, una sanidad precaria, a veces inexistente como en salud mental, optamos por darle más voz a aquellos que hablan de si les gusta o no les gusta el aspecto físico de alguien, mucho más si ese alguien es mujer.

Desde hace años, tenemos la gran suerte de contar con redes sociales que nos permiten una comunicación mundial. Podrían hacernos la vida más fácil con un uso respetuoso que fomente la libertad de expresión, pero algunos usuarios prefieren usarla para criticar falsamente la salud física de las personas gordas, sabiendo que lo que están haciendo no es más que una crítica que influye y afecta su salud mental.

Ojalá, en algún momento de la historia la sociedad sea capaz de alegrarse por los triunfos de las demás y de aprender a valorar a una mujer que ha conseguido estar donde quería estar con esfuerzo, trabajo y talento, aun sabiendo que en un mundo tan superficial, aparecerían quienes no entienden de empatía ni humanidad.