La Copa del Mundo que se celebrará este 2030 organizada conjuntamente por España, Portugal y Marruecos representará un evento histórico en el mundo del deporte.

Consideramos esta festividad futbolística como una oportunidad para la economía, sociedad e infraestructuras de muchos de los países anfitriones.

El Mundial se celebrará en tres continentes distintos fortaleciendo el lazo de la unión global además de ser una herramienta clave para conectar con regiones y generaciones distintas. Las ciudades anfitrionas serán beneficiadas debido al alto volumen en infraestructuras y transporte que abarcan además del incremento en la oferta turística.

Gracias a la diversidad de sedes como el Camp Nou, Gran Canaria, el Bernabéu y Metropolitano se conseguirá descentralizar los beneficios y atraer a turistas y seguidores en distintas regiones del país.

Este acto de fútbol, traerá consigo grandes beneficios económicos además de un fortalecimiento entre las relaciones internacionales.