Hace unos días leí en Ultima Hora que en Santa Magdalena, en Tarragona, han destapado una fosa con restos de adolescentes, miembros de la Leva del Biberón o, como es lo mismo, la Quinta del Biberón. Según me informan en diferentes zonas, la Leva del Biberón entre 1938 y 1939 existió debido al dominio republicano en Cataluña. Manuel María Nicanor Federico Azaña Díaz-Gallo, conocido como Manuel Azaña, presidente de la II República en España desde 1936 a 1939, exigió una fuerte reacción bélica a los catalanes. Las tropas de los nacionales atacaban Camarasa, Tremp, Lérida, Balaguer y Gandesa. Los republicanos de Cataluña, Valencia, Murcia y Castilla la Vieja llamaron a filas a los que creían suyos.
Con engaños a las familias para reclutar a los jóvenes hijos, descubrieron un filón. Muchos padres se negaron, pero les dijeron que serían para tareas simples auxiliares. Los padres que se negaron fueron amenazados. Muchos de éstos no llegaban a los 14 años. En diez días, sin adiestramiento en defensa, ya empuñaron las armas en julio de 1938. Les hicieron jurar que defenderían la República.
Estos niños estuvieron a las órdenes del republicano Lluís Companys, presidente catalán que tuvo la idea. Participaron rápidamente en la Batalla del Ebro y fue una tal Federica Montseny, primera mujer ministra de Sanidad y Asuntos Sociales en la España de la II República, la que dijo en tono desagradable a Companys: «Pero si todavía deben tomar biberón». Fueron reclutados varios miles y se registraron 310 supervivientes.
Cuando acabó la guerra, cientos confesaron que combatían obligados por amenazas a sus familias. A muchos de ellos se les dio trabajo, otros se incorporaron al Ejército, incluso legionarios en el Sáhara. Otros se exiliaron a Francia. Algunos quedaron en libertad y trabajaron por su familia, que estaban amenazadas por los seguidores de Companys. Curiosamente, los que ahora se hacen llamar republicanos deberían informarse antes de lo que significa una república. ANTONIO QUIRÓS ABADÍA