Combinar un bar tradicional, en el que ver el fútbol, con uno en el que el teatro, la poesía y la lectura tengan cabida no es fácil. Sin embargo, en el Café a Tres Bandas ambas cosas van de la mano gracias a sus dos espacios, su proyector y el escenario.
Cuando uno entra en el local, podría pensar que entra en un bar cualquiera, sin embargo, a medida que uno se adentra descubre los sillones, los libros y el escenario que, al fondo, ofrecen un espacio de lectura acogedor mientras tomar algo.
En función del día, la sala se llena de amantes del fútbol que siguen a su equipo en un proyector. Otros días, la poesía llega con recitales o slam, la ficción sube a escena con obras de teatro, los espectadores ríen las gracias de los humoristas o disfrutan de un concierto en acústico. Pero todo ello tiene como denominadores comunes a los libros que llenan las estanterías.
Pero un bar no sería un bar si no fuera por la bebida. Además de las típicas bebidas, el Café a Tres Bandas cuenta con una cerveza de elaboración propia, Salvatge, con diferentes matices para los paladares de los clientes.