Imagen del estado actual de las obras de remodelación del Estadi Balear.

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Las obras de reforma del Estadi Balear siguen su curso y tras una primera fase de derrumbe de la grada de sol y de uno de los fondos, el club prevé reactivar a partir de este septiembre el resto de actuaciones con el fin de llegar a diciembre con la estructura principal ya visible.

Durante estos meses desde que empezaron las tareas de derrumbe la gran labor ha sido transportar los escombros, para lo que se han precisado más de 300 viajes de camiones cargados con los desperdicios resultantes de las obras de derrumbe.

El principal motivo por el cual las obras no han avanzado como estaba previsto se ha debido a los problemas estructurales con los que se han encontrado los operarios. El profundo deterioro de la instalación ha impedido llevar a cabo el derrumbe con maquinaria pesada y esta actuación se ha tenido que llevar a cabo con mucho más precisión para evitar que se puedan ver perjudicadas zonas del campo que no se quieren derrumbar. El plan de choque que el club blanquiazul tiene previsto aplicar estas semanas pasa por aumentar el número de operarios que trabajen en el campo y seguir avanzando en la reforma de la grada cubierta.

Las fotografías que ilustran estas páginas son de esta semana y reflejan el trabajo hecho hasta ahora. En el ATB nadie se marca un fecha para poder volver a jugar en el Estadi porque todos los plazos previstos hasta ahora no se han podido cumplir. Por lo tanto, eliminada esta presión, ahora de lo que se trata des de poner todos los medios posibles para que las obras no sufran demoras y avancen mes a mes. Ingo Volckmann sabe que el precio inicial de dos millones de euros en los que estaba presupuestado el proyecto de reforma del nuevo estadio se quedará corto y las dificultades con las que se encuentran los operarios obligarán a ir aumentando también la cifra final para hacer realidad el regreso al nuevo estadio. El proyecto de remodelación se basa fundamentalmente en demoler las gradas de ambos fondos y de la general y reformar la tribuna cubierta sin tocar el techo que cubre parte de esa zona y que protege del sol y de la lluvia.


Capacidad

La previsión es dejar unas gradas de poca elevación en los fondos y en la nueva zona frente a la tribuna y que la capacidad final sea de 5.000 aficionados, ampliables a 2.000 más. La primera licencia que aprobó la Gerencia de Urbanismo fue para actuar en la demolición de las gradas, una obra que contó con un presupuesto inicial de 94.603 eturos. A medida que se van produciendo y avanzando en las actuaciones iniciales, el club va reclamando el resto de permisos necesarios para llevar a cabo una rehabilitación muy costosa y para nada fácil. Las obras en la mayoría de campos de futbol se llevan a cabo por fases con el fin de ajustar el presupuesto al máximo en cada actuación, tal y como explicó en su día el edil José Hila, responsable de Urbanimo de Cort.

Las obras siguen adelante y el proyecto de Ingo continúa en marcha.