Los jugadores del Atlético Baleares celebran el tanto de la victoria ante el Atlético Levante en Son Malferit. | Archivo

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El Atlético Baleares pasa este domingo (12:00/IB3 TV) un nuevo examen en Olot, donde quiere extender su buena racha y blindar su estancia en la cima de la tabla. Los blanquiazules atraviesan su mejor racha del curso y aspiran a exprimir su dinámica positiva para abrazar un nuevo triunfo lejos de Son Malferit que le acerque al objetivo de la cota de los 64 puntos que habitualmente han servido para jugar el playoff de ascenso a Segunda.

Manix Mandiola, tirando de su manual habitual, rebaja la presión que supone defender el liderato por la idea de aprovechar la ventaja de ocho puntos sobre el quinto para jugar sin ansiedad. El técnico vasco aboga por no entrar a discutir las opciones de conquistar el liderato y mantiene su atención en el partido a partido para seguir quemando episodios hacia el final del curso.

La lesión de Adri obliga a modificar el once que superó al Barcelona B la pasada jornada y la intención de Manix Mandiola de jugar de tú a tú propicia que hoy pueda ser de la partida el once que durante el grueso de la temporada ha sido el más utilizado al margen de José Peris, que desde su llegada en el mercado de invierno se ha erigido en titular.

El preparador blanquiazul, que al margen del delantero canario ha dejado en Palma a Pedro Ortiz y Rodri y recupera a Rubén González, mantendrá la estructura que está cumpliendo con nota en 2019. Con Carl Klaus en la portería y una defensa formada por Kike López, Vallori, Vega y Peris, el Atlético Baleares ha logrado una seguridad a la que tratará de dar continuidad para hacerse con un botín positivo. Villapalos y Fullana en el centro del campo flanqueados por Samuel y Canario son inamovibles y la única es si Nuha acompañará a Marcos o Mandiola volverá a contar con Yelko Pino como en las últimas salidas.

El Olot, que tiene en Marc Mas a su máximo realizador con seis dianas, apuesta en sus partidos por asumir el peso del juego a través de la posesión y el Atlético Baleares tendrá que aplicarse en defensa y en las ayudas para golpear a la contra. Los de Mandiola se sienten cómodos en este rol y también pueden hacer valer el rendimiento que está obteniendo en las acciones a balón parado.

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El conjunto que dirige Raúl Garrido, que no puede contar con los sancionados Guzmán y Jordi Masó, se ha distanciado de la zona noble en el tramo más reciente del campeonato tras tres jornadas sin ganar.

El Olot ha basado gran parte de su buena primera vuelta en su rendimiento como local, ya que sólo ha perdido dos encuentros ante su gente. Sólo el Valencia Mestalla y el Lleida han salido airosos del Municipal de Olot, que no ha visto caer a los suyos desde el pasado 21 de octubre.

El encuentro contará con su dosis de morbo después de que el pasado mercado de invierno el Atlético Baleares intentara hacerse con los servicios del portero mallorquín Xavi Ginard. La falta de entendimiento entre los clubes imposibilitó la salida del meta artanenc, que es indiscutible en las filas del Olot en las últimas tres temporadas y esta temporada es uno de los menos goleados del grupo tercero de Segunda B.

El ATB aspira a romper dos estadísticas este mediodía, ya que nunca ha ganado en Olot y tampoco con el arbitraje de Yuste Querol. Dos empates y dos derrotas, la última la pasada temporada (1-0), dan forma al balance de desplazamientos de los balearicos a la capital de la comarca de la Garrotxa. Los blanquiazules tampoco conocen el triunfo con el colegiado valenciano, que les ha dirigido tres encuentros en Son Malferit con un saldo de dos empates y un triunfo visitante.

La visita al campo del Olot, tras siete jornadas sin conocer la derrota, es uno de los dos desplazamientos consecutivos que afronta el grupo de Manix Mandiola, que logró los tres puntos en su última salida pero se ha mostrado algo más irregular cuando juega lejos de su centro de operaciones.