Los jugadores del Atlético Baleares celebran uno de los goles. | Miquel Àngel Llabrés

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Apelando a la chispa de Ortiz y la eficacia de Gabarre, el Atlètic Baleares echó el cierre al año 2019 manteniendo su imbatibilidad como local con una trabajada victoria ante Las Rozas (2-0) que consolida su liderato con cuatro puntos de ventaja sobre el Atlético B, que recibirá en casa al filial del Celta. El triunfo se gestó en el arranque del segundo acto con un gol de penalti y otro a la salida de un córner. Sin jugar bien, sobre todo en el primer tiempo, el grupo de Manix pudo conseguir una goleada de escándalo si su frente de ataque, en especial Gabarre (marcó uno en un remate al unísono con Orfila y falló cuatro ocasiones clarísimas), hubiera estado más fino a la hora del remate.

El primer acto fue un culto al tedio. El balón fue maltratado por balearicos y madrileños en un tramo inicial de encuentro plagado de interrupciones, pérdidas de tiempo y bostezos en una grada que asistía atónita a la versión más endeble del Atlètic en casa en lo que llevamos de temporada.

Manix Mandiola taponó la hemorragia abierta en el lateral izquierdo con Aurtenetxe, sin la profundidad ni la verticalidad del ausente Peris. Con Villapalos y Rovirola en la sala de máquinas, el técnico fijó a Jordan y Ortiz en las bandas, con Haro por detrás de Gabarre. A los diez minutos se dio cuenta de que la orquesta no sonaba y modificó la partitura, situando al escocés más cerca del '9' y a David Haro en la zurda.

Las Rozas, que sobrevive como puede en el fango en su primer año en la categoría, mostró sus limitaciones a la hora de crear, aunque la tibieza del ATB le permitió vivir sin sobresaltos. Luca Ferrone apenas se asomaba, Haro y Ortiz se desesperaban ante la falta de espacio, Jordan no encontraba la salida del laberinto y Gabarre se había dejado la
pólvora en la caseta.

El pichichi pudo abrir la lata en dos ocasiones. En la primera se precipitó y le salió un chut mordido después de una media vuelta casi en área pequeña. En la segunda, tras un pase con escuadra y cartabón de Haro, estrelló el remate en el cuerpo de Yelco.

Del rival apenas hubo noticias. Un disparo lejano del exbalearico Álvaro que murió en los guantes de Manu Herrera fue su única aportación en un primer tiempo que el colegiado eternizó con sus continuas interrupciones.

El descanso alteró el orden establecido. Manix tocó a zafarrancho y el ATB se desabrochó del corsé para comenzar a demostrar su condición de líder. En los primeros cinco minutos liquidó la matinal con dos goles. La primera alegría llevó la firma de Ortiz. El extremo penetró como una bala en el área, fue derribado e inauguró el marcador desde los once
metros. Sin tiempo para que los nás retrasados se incorporaran al partido tras el aperitivo del descanso, Gabarre selló el segundo después de un saque de esquina que había provocado Jordan en una acción individual.

De ahí al final del partido, el ATB perdonó una goleada (Gabarre dispuso de tres claras ocasiones) ante un rival ordenado que también buscó su fortuna en la contra. Al final, la hinchada ovacionó a un equipo que cierra 2019 sin perder ni un partido como local y con el liderato en el bolsillo.

Ficha técnica

At.Baleares: Manu Herrera, Luca Ferrone (Borja San Emeterio, min 70); Vallori, Aurtenetxe, Orfila, Villapalos, David Haro, Rovirola, Jorge Ortiz, Jordan (Arturo, min 60) y Gabarre (Alberto Gil, min 76)

Las Rozas: Yelco, Iñaki, Turégano, Nogueira, Cedenilla, Borja González, Álvaro Sánchez, Juanma, Rubén Blanco (Goal, min 59), Gonzalo (Calleja, min 61) y Rául (Guadaño, min 75)

Goles: 1-0, min 47: Jorge Ortiz (penalti). 2-0, min 49: Gabarre

Árbitro: Fulgencio Madrid Martinez (Comité territorial murciano). Amonestó a Gonzalo (min 4), Raúl (min 18), Orfila (min 54), Villapalos (min 74)

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 17 de la temporada 2019/20. Cerca de 2.500 espectadores. El rival tuvo que jugar con la segunda equipación del Baleares, de color
amarillo, al haber extraviado la compañía aérea su equipaje. Se guardó un respetuoso
minuto de silencio en memoria de la madre de Virgilio Izquierdo, histórico aficionado
de honor del ATB, persona muy querida y respetada.