La selección quiere seguir progresando ante un equipo de clase

Tras superar a Francia (76-53) y a Lituania (90-78), la selección española disputará mañana, en Guadalajara, un partido menos exigente en lo táctico, en lo físico y en lo trascendental, al menos en teoría, que puede permitir al seleccionador, Sergio Scariolo, trabajar algunos de los aspectos del juego que ahora están cosidos con alfileres.

Jugar los dos primeros partidos contra rivales de la talla de Francia y Lituania, obliga a dejar una buena imagen y a no enseñar demasiado en lo táctico. Contra Bulgaria, no parece haber tanta presión, aunque no se puede uno distraer porque los Ivanov y Cía. son buenos jugadores no exentos de calidad, fuerza y altura.

Siendo un buen equipo, que lo son, Bulgaria no aparece entre los favoritos en el Eurobasket, pero pueden dar un susto a cualquiera en cualquier momento. Y eso que las lesiones están diezmando la calidad de su equipo.

El último en sumarse a la lista de bajas definitivas ha sido el veterano pívot Stefan Georgiev, 2.06 metros, que se ha lesionado la rodilla y estará de baja al menos los próximos tres meses Georgiev se suma así a Pavel Ivanov y Kostadin Marshavelski.

Además del último descarte a realizar, el equipo español sigue sin mostrar si los hermanos Gasol van a jugar juntos durante el Europeo de una forma regular, o, simplemente, puede ser una variante puntual en el juego de los pívots.

La integración de Serge Ibaka va bien. Mejor en defensa que en ataque, como es normal cuando sólo lleva tres semanas entrenando con sus nuevos compañeros.

Lo que cada vez se define más es la vocación de contragolpe que quiere lucir el equipo y que Rudy Fernández se encuentra más cómodo jugando de escolta con Fernando San Emeterio de 'tres', porque Carlos Suárez sigue sin despegar en su juego, ni siquiera cuando se coloca en el poste bajo.