«Es una alegría muy grande haber conseguido esta medalla», dijo Iriarte. La selección obtuvo el metal al vencer a Letonia, el equipo anfitrión, en un partido muy ajustado por 57-56.
El jugador del Joventut todavía no se acaba de creer la forma en la que se apoderaron del bronce, ya que todo el pabellón ya estaba celebrando el triunfo de los suyos cuando un triple de Hernángomez aupó a la selección al tercer puesto. «Teníamos el partido perdido. Íbamos perdiendo de dos a falta de siete segundos, pero Alberto Martín cruzó el campo rapidísimo y despúes Hernángomez consiguió meter el triple de la victoria, fue increíble», comenta el mallorquín.
De todas formas, el alero todavía tiene en la memoria el partido de semifinales, donde después de ir por delante durante todo el partido perdieron frente a Turquía por 77-75. Además, ya habían conseguido ganar a los turcos, campeones del torneo, en la segunda fase del Europeo: «Te quedas con la impresión de que no puedes conseguir tu sueño del oro. Pero bueno, se suele decir que el que gana la final de consolación es el que se olvida más rápido de las semifinales, así que eso es lo que hicimos y enseguida pensamos en el siguiente partido», explicó David Iriarte.
Nueva temporada
El jugador mallorquín deberá afrontar el difícil reto de adaptarse a la categoría senior en esta temporada. De momento, hasta el 28 de agosto no tiene que desplazarse hasta Badalona y después seguramente jugará en el Prat, equipo filial del Joventut.
Por otra parte, Iriarte se muestra cauteloso sobre si será capaz de seguir los pasos de Rudy Fernández o Sergio Llull y continuar el buen momento del básquet balear. «Todavía está muy lejos», asegura el medallista, que ya ha dado los primeros pasos para lograrlo.
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