Polonia (5+8+17+23): Kelati (7), Lampe (10), Szubarga (2), Gortat (2) y Koszarek (6) -equipo inicial-, Karnowski (3), Zamojski (11), Chylinski, Ponitka (7), Ignerski (4), Waczynski e Hrycaniuk (1).
España (25+24+27+13): Aguilar (2), Rudy (13), Calderón (9), Ricky (15), y Gasol (15) -equipo inicial-, Rodríguez (11), Rey (12), Claver, Llull (3), San Emeterio (4), Gabriel (5) y Mumbrú.
Árbitros: Olegs Latisevs (LET), Petar Obradovic (BIH) y Chris Dodds (GBR). Sin eliminados.
La selección española se dio un festín ofensivo, se congració con los porcentajes de tiro y se clasificó para la segunda fase al derrotar a una Polonia desconocida, desaparecida y en fuga por 53-89.
El partido se acabó casi antes de empezar, cuando en el minuto 4 tras un 0-8 de parcial el entrenador de los polacos, el alemán Dirk Bauermann decidió cambiar a sus dos pívots titulares, el NBA Marcin Gortat y el nuevo barcelonista Maciej Lampe, por inoperancia, falta de garra y aparente desinterés.
El pequeño desastre de comenzar tan mal se convirtió en un tsunami que arrasó a los polacos. El 5-25 de final del primer cuarto y el 13-49 al descanso es poca cosa comparada con la imagen de desidia, de pocas ganas y con la nulidad operativa que demostraron en pista unos jugadores polacos que facilitaron el trabajo de la activa defensa española y de los tiros exteriores.
Tres canastas de 19 intentos y 1 de 7 triples es todo el bagaje polaco tras veinte minutos de juego, para completar la peor anotación de un equipo al descanso en un campeonato de Europa después de 52 años. Sólo Suecia, que anotó 11 puntos antes de irse a los vestuarios ante Turquía (30-11) en el año 1961, lo hizo peor.
El equipo español, por el contrario, aprovechó las facilidades y se regaló unos buenos porcentajes en el tiro -que ya los estaba necesitando- para aumentar su moral. Diez de 16 (63%) en tiros de dos y 7 de 15 en triples (47%) fue la cosecha recogida, con Sergio Rodríguez especialmente fino (3 de 4 triples) y Rudy y Marc Gasol como máximos anotadores, diez puntos cada uno.
Víctor Claver sufrió un pequeño percance ya que se le salió un dedo y fue rápidamente al banco. La lesión, aunque dolorosa, no debe tener mayores consecuencias.
El paso por vestuarios no cambio demasiado las cosas, salieron las segundas unidades de ambos equipos y el único interés fue ver los guarismos finales y la ventaja resultante.
Al final del tercer cuarto, 30-76 y del tiempo reglamentario, 53-89. Descanso para los más habituales y minutos para todos. Polonia, que intentó maquillar el resultado, quedó eliminada y España consiguió el billete para la segunda fase. No hubo más historia.
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