El seleccionador español, Juan Antonio Orenga, ayer en rueda de prensa. | Carlos Montes de Oca

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La selección española ha subrayado el partido de hoy, contra Italia, no sólo porque tenga que conseguir la victoria, y con ella el pase a los cuartos de final, sino porque coincide con el final de la cuenta atrás que el propio equipo se ha impuesto.
«Estamos creciendo partido a partido» han dicho por activa, pasiva y perifrástica todos y cada uno de los jugadores y técnicos del equipo nacional. «Cada partido hemos estado un poco mejor que el anterior» declaró el seleccionador, Juan Antonio Orenga. Ahora un veterano como Alex Mumbrú ha dejado entrever que el partido contra Italia coincide con el final de la particular cuenta atrás que se han impuesto los jugadores del equipo español.


«Es una final, aunque estemos clasificados. Jugar al máximo y hacer un buen partido es importante», dijo Mumbrú, que añadió otras frases claves como que «cuando pierdes partidos generas dudas», o «en el equipo se sabe hasta dónde se puede llegar», y también «por eso la victoria es clave para que vean que España está ahí».


La lectura entre líneas es que hasta ahora el equipo ha estado «creciendo, aprendiendo y conjuntándose» y que a partir de ahora y, tras dos heridas de guerra importantes como fueron las derrotas ante Eslovenia y Grecia, el equipo va a dar la medida real de sus posibilidades, coincidiendo con el pase a cuartos de final, la propia eliminatoria de cuartos y la lucha por las medallas. Estamos, pues, ante el final de la cuenta atrás del equipo español.

Opción

La primera circunstancia a comentar es que España puede saltar al parqué del Stozice Arena de Liubliana estando ya clasificada para cuartos, circunstancia que ocurrirá si Grecia pierde ante Croacia. Si no es así el equipo español necesita la victoria ante una Italia que está clasificada para cuartos después de haber perdido los dos partidos que ha disputado en la primera fase.

Italia comenzó fuerte el Europeo pero la falta de rotaciones ha hecho que los jugadores base acumulen minutos y las piernas les pesen más de lo deseable. Luigi Datome y Marco Belinelli, los dos NBA de la selección transalpina, son los dos líderes del equipo. El resto son jugadores de alta calidad, rápidas manos y buena defensa, pero poco más. Simone Pianigiani, entrenador de los ‘azurri', era consciente de que el equipo tenía que comenzar a tope, máxime teniendo en cuenta la poca presencia que ha tenido Italia en los últimos años en el concierto europeo y mundial.