Los de Cepeda abrieron una brecha en el electrónico en el primer cuarto que les permitió administrar su renta favorable y gozar de margen de maniobra cuando los pamploneses quisieron seguir su estela.
Tuvo que exprimir sus recursos el Air Europa, que no notó las bajas por lesión de Ryan Nicholas y Miquel Feliu y encontró en Richi Guillén su mejor argumento ofensivo cuando las cosas se le complicaron.
Buena parte del éxito del Palma se fraguó en un primer cuarto de vértigo. Hasta siete triples (21 de sus 28 puntos) anotaron los verdinegros, que encontraron en el tándem Úriz-Durán un filón, asumiendo Javi Lucas la carga del juego interior balear ante un Arteaga que sostenía al Planasa en el electrónico (28-19).
La irrupción de Úriz y Durán, y el buen trabajo de Méndez dotaron de un nuevo aire al partido y el Palma volvió a coger altura. Un parcial de 11-0 sirvió para debilitar al Planasa y devolver la tranquilidad a la grada (48-35).
El guión habitual se repitió y los navarros volvieron a recortar terreno gracias a Arteaga. El 50-42 al descanso dejaba todo abierto, aunque las vibraciones que emitía el Air Europa eran positivas.
Volvió a estirar la cuerda el Palma (53-42), pero entre Arteaga y Narros volvieron a detener la euforia en un minuto de vértigo (54-50). Mutakabbir apagó el fuego con un triple vital y el Air Europa se aplicó en defensa para poner la directa y poner la máxima en el electrónico (67-52).
Diez arriba se iniciaba el parcial decisivo (70-60). Iván García recogió el testigo de Arteaga en las filas navarras, pero era Guillén el que mandaba. Hizo crecer a sus compañeros en los momentos claves, donde Sabonis y Méndez dieron el empujón definitivo a un Palma Air Europa que intentó estirar el marcador a la caza del average, pero dio por bueno un marcador que, dadas las bajas y el bueno juego mostrado, multiplica las expectativas de un equipo que abre con buen pie una campaña que promete.
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