El Palma Air Europa tuvo que sudar para romper su mala dinámica y lograr ante el Coruña una victoria (86-81) que les permite recuperar altura en la clasificación y encarar un tramo exigente del calendario (Breogán y Ourense) con un ligero colchón (3-2).
Creció el grupo de Cepeda desde la defensa y el trabajo, aunque concedió demasiadas facilidades en el tiro exterior a los gallegos, que nunca dejaron escaparse en el electrónico al cinco verdinegro, apoyado en la regularidad de Guillén, la batuta de Úriz, la muñeca en los momentos decisivos de Durán y, especialmente, en un brillante Méndez. El alero se reivindicó y tres triples consecutivos que salieron de su muñeca en el último cuarto permitieron al Palma Air Europa poder abrir esa necesaria brecha en el marcador con la que poder soñar con una victoria que era vital para un grupo tocado tras dos duros reveses todavía calientes, ante Palencia y Melilla.
Costó despegarse de un Coruña que llegaba con la moral muy alta, y que con el paso de los minutos vio cómo era posible sacar petróleo de Son Moix. De hecho, enseguida avisó de sus intenciones (13-22), pero entonces Cepeda puso en pista su arsenal más efectivo, con el infalible Richi Guillén al frente, para detener la sangría camino del cierre del primer cuarto (22-25).
Pareció despegar el Air Europa al inicio del segundo parcial. Dos triples de Sabonis y Durán voltearon el marcador (28-27) y con Úriz al mando de la nave, el grupo ganaba crédito sobre el parqué. Pero los triples y los centímetros de Burjanadze y Olmos eran un dolor de cabeza para un Air Europa que no lograba romper el choque (45-44, descanso).
MENTALIDAD
Sabedores de la importancia del triunfo ante el Coruña, los de Cepeda apretaron en defensa, pero todas sus ofensivas eran respondidas de inmediato por los gallegos, que querían un final ajustado en el que poder jugar con la tensión de los anfitriones.
Pareció Sabonis multiplicar las expectativas (61-56), pero el Coruña apretó para alcanzar el parcial decisivo con todas las opciones (61-60). Ahí emergió la figura de Méndez. Acertado desde más allá de 6'75, tres triples suyos, unidos a cinco puntos y una falta recibida por Durán acabaron por dinamitar el partido (81-75).
Guillén remató desde la línea de tiros libres y así el Palma pudo respirar aliviado, aunque fuera por unos segundos. Lo importante era ganar. Y se hizo (86-81).
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