Grossenbacher se dispone a lanzar a canasta ante la defensa de Rodríguez y Fontet. | Miguel Ángel Borrás

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Iberostar Palma 68-60 Levitec Huesca

El Iberostar Palma ha salido del agujero en el que vivía hasta la semana pasada. Rehabilitado desde que desfiló por Vitoria, el equipo de Xavi Sastre quemó este sábado otra etapa del camino hacia la mejoría y cosió su segunda victoria consecutiva a costa del Levitec Huesca. A pesar de las buenas referencias con las que se habían presentado en Son Moix, los aragoneses cargaron durante todo el partido con el lastre de un primer cuarto en el que los baleares les pasaron por encima.

El Palma basó su triunfo, el cuarto de la temporada, en un arranque para enmarcar. Gigantesco en la pintura, el lituano Zyle fue descosiendo por dentro al quinteto visitante, que llegaba acreditado por la defensa más férrea de la categoría. El Iberostar ganaba altura en cada una de sus acciones, mientras que el Huesca, bloqueado e inmóvil en casi todas sus posesiones, se iba haciendo pequeño con el paso de los segundos. El final del primer parcial fue una bendición para los de Guillermo Arenas, que habían recibido casi 30 puntos en contra sin ofrecer una sola señal de vida (27-15).

El inicio del segundo cuarto prolongó la pesadilla para el cuadro oscense, que llegó a verse 18 puntos abajo (37-19). Sin embargo, en cuanto tocó fondo intensificó su defensa e inició una pequeña escalada gracias a tres triples prácticamente consecutivos que le devolvieron la luz y las posibilidades de acercarse al Palma (41-31 al descanso).

Los papeles se intercambiaron en la reanudación y el Huesca llegó a reiniciar el partido a menos de tres minutos para el final del tercer cuarto (48-48), pero cinco puntos de Medori tras un triple y un enorme rebote ofensivo permitieron a los de Sastre recuperar el mando a tiempo. La igualdad volvería en el parcial definitivo, pero al Huesca le faltaba el aire y el Palma gestionaba con oficio cada uno de sus mordiscos para anudar un triunfo tan merecido como reparador.