Alojado en la novena posición de la liga, con catorce victorias y doce derrotas a cuestas, el Iberojet sabe que le quedan pocas escapatorias y que su margen es ínfimo. De hecho, vive empatado con el Valladolid, octavo, pero también con el Huesca (décimo), que ahora mismo sería el primero de los equipos en quedarse sin premio. Otro desliz descolgaría a los baleares de las posiciones de playoff y acentuaría de manera grave su ansiedad, un enemigo tan tóxico como la intermitencia de su juego.
De cara al partido, marcado con gran círculo rojo por todo lo que puede suponer, Alonso seguirá sin poder contar con Mikel Motos ni con Joan Tomàs, que siguen recuperándose de sus problemas físicos. Ambos continúan en una enfermería a la que también se ha sumado el jugador del filial Biel Serra, que sufrió un esguince de tobillo el pasado fin de semana con el equipo de Liga EBA.
El auditor que visitará al Palma es el Chocolates Trapa Palencia, que viene de caer en su pista contra el Betis, pero que antes había encadenado cinco victorias a costa de Valladolid, Coruña, Huesca, Lleida y Castelló. De hecho, su última derrota como visitante la sufrió hace dos meses en la cancha del filial del Barça. Dirigido por Carles Marco, el conjunto palentino es ahora séptimo y uno de los más entonados de esta segunda vuelta. Unos datos que pretende confirmar en Son Moix, donde podría recuperar a Jordi Grimau, reforzando los anclajes que le mantienen enganchado a las posiciones de playoff.
Félix Alonso ya le ha recordado a sus jugadores la importancia que tiene el partido. «Es la hora de los valientes», subrayaba ayer en rueda de prensa el entrenador leonés. «Llega la parte final de la competición y en este tramo final nos lo jugamos absolutamente todo», añadía el técnico, que tiene muy claro que el Palencia es «uno de los mejores equipos de la competición». Un grupo lleno de recursos del que Alonso destaca a Vasturia, «problemente el mejor escolta de la liga», y Hermansson, «un jugador que está tirando por encima del 50 o 60% desde el triple».
Carles Marco, por su parte, entiende que la clave para el Palencia está en contener el juego interior del Palma y, concretamente, a Fran Guerra. «Es un jugador referente y debemos conseguir que no juegue bien ni haga mejores a los suyos. También debemos intentar frenar su juego exterior. Son una plantilla con dos grandes jugadores por posición», asegura el exjugador.
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