La jornada intersemanal ofrece una oportunidad de redención al conjunto de Ciutat, que el domingo firmó su peor actuación de la presente temporada en Illumbe. Con una plantilla joven diseñada para progresar a medida que avance el curso, el último revés en tierras donostiarras supuso un paso atrás en la trayectoria trazada por un grupo que ahora está tocado en su orgullo.
Apenas ha habido tiempo para lamerse las heridas y el calendario brinda una cita en la que recuperar buenas sensaciones. «Hemos competido bien todos los partidos excepto el pasado fin de semana, que nos sirvió para darnos cuenta de que tenemos que trabajar aún más. Fue un accidente y un cúmulo de circunstancias, pero nos viene bien recibir una hostia gorda para ver que no basta con lo que hacemos. Solo pensamos en ganar a Juaristi», advertía en la víspera uno de los integrantes del cuerpo técnico como Álex Pérez.
Rachas
Hasta el domingo las derrotas del Palmer Palma habían llegado en choques muy igualados, pero el varapalo ante el Gipuzkoa ha sido un toque de atención. En cualquier caso, los preparadores del conjunto isleño tienen claro que la derrota no altera el manual de estilo que implantaron el pasado curso, aunque remarcan la necesidad de romper con el pasado. «Tenemos muy claro el estilo de juego que queremos hacer, pero ha cambiado todo el equipo salvo Pol y no tenemos que hablar de la temporada pasada. Tenemos una filosofía y un método igual, pero no los mismos jugadores y tenemos que olvidarnos de lo de la temporada pasada», reflexiona el técnico.
Precisamente ser fieles a una idea es la baza de los mallorquines para inaugurar su casillero de triunfos en la séptima jornada. «El primer paso es conseguir más puntos en superioridad y esto nos lo da la intensidad defensiva. No lo estamos aprovechando y necesitamos 10 o 12 puntos en transiciones rápidas, ser más verticales y agresivos», analizó Pau Tomàs, que cree que un triunfo se convertiría en un punto de inflexión para despegar de forma definitiva.
Noviembre es pronto para hablar de finales, pero el choque cobra una gran trascendencia por la mala racha y al ser ante un rival de nivel parejo. Álex Pérez no oculta la importancia del envite y considera que el vestuario está comprometido con el reto que se les plantea. «Sería de ilusos pensar que los jugadores no ven el partido igual que todo el mundo. Tienen que jugar con esta presión. Hasta ahora los rivales eran a priori superiores, pero ahora ya saben como es la competicion, así que es un día para ponerse las pinturas de guerra, el cuchillo entre los dientes y que sea una batalla campal», explicó.
Rival
El Juaristi, sobre el papel, es un rival sin el poderío económico y deportivo de los rivales que se ha ido topando el Palmer Palma, aunque el conjunto vasco ya sabe lo que es ganar este curso y no precisamente a un cualquiera, ya que logró su primer triunfo a costa del Movistar Estudiantes. De cara al choque de esta noche recupera a Abdu Thiam.
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