España demostró este viernes una gran versión coral, con las actuaciones destacadas de los Hernángomez y Santi Aldama, y dominó a la Eslovenia de Luka Doncic (99-79) en el primer partido del torneo del centenario de la FEB, que se juega en el Martín Carpena de Málaga como preparación para el Mundial de Indonesia, Japón y Filipinas.
El equipo de Sergio Scariolo amagó con ser dominado por el puño de hierro de Doncic, pero acabó dominando a Eslovenia e ilusionando a la afición en un partido con muchos duelos físicos, algún pique, buen juego colectivo para mirar con confianza hacia el próximo Mundial y la cara negativa de la lesión de tobillo de Usman Garuba.
El juego de luces, la infinidad de cámaras y la decoración del centenario, en tonos negro y dorado, además del lleno que presentó el palacio de los Deportes malagueño: todo lucía a noche de disfrute con un triangular que tiene sabor a eliminatoria de Copa del Mundo. Las focos estaban puestos en Luka Doncic, que en sus dos primeras jugadas ya marcó el terreno atrayendo a la defensa de España, que se olvidó de los tiradores liberados. A La Familia le costó arrancar en unos malos cinco minutos iniciales.
La «atención especial» a Doncic de la que hablaba Scariolo en la previa la ejercía Alberto Díaz, defensor en el uno contra uno del jugador de Dallas Mavericks, que estuvo impoluto en su acierto tanto en puntos como en reparto de juego, algo que acabó desvaneciéndose en la segunda mitad.
Eso lo notó Eslovenia, que por supuesto es y deber ser mucho más que Luka, pero cuya creación empieza y muchas veces acaba en sus manos; así, España intentaba atacar para recortar, pero aún sin ser consistentes atrás. Scariolo aprovechaba las acciones de su equipo en las que veía errores para comentarlos con el banquillo, incluso con alguna bronca mediante, como a Joel Parra en una falta a Doncic en un tiro punteado.
Coincidiendo con el repunte de mejora de España, que se colocó a cinco punto de distancia, al ambiente de La Familia se enfrió con la lesión de Usman Garuba, que se retiró cojeando en el último tramo del primer cuarto. Un tapón de Santi Aldama fue capaz de levantar de sus asientos a los más de 10.600 asistentes al Carpena, mientras los de Scariolo por fin encontraban su punto idóneo en la defensa del aro: con Willy por dentro y la habilidad defensiva de Alberto Díaz y Juan Núñez todo es más sencillo.
El partido avanzaba igualado a 37, pero con un tramo de estancamiento en la anotación para España, que buscaba mejorar un preocupante diez por ciento en triples (uno de diez intentos). Al decimotercero, al fin entró para poner a España por delante (40-38, minuto 18) y se abrió la veda para la mejor versión de la selección, que logró marcharse a vestuarios ganando de diez puntos.
Ya empezó a verse al Luka Doncic de ceño fruncido e incómodo por el bajón de su equipo ante una España venida arriba donde el trió de ases NBA formado por los Hernángomez y Santi Aldama ya sumaban más de 30 puntos en conjunto (57-51). Los vigentes reyes de Europa entraron en ese momento de trance de un equipo campeón, donde todo les sale de manera inmaculada: mate de espaldas de Willy, otro de Abrines y un gran tapón de Aldama, espectáculo y diversión.
En el último cuarto fluyó del todo la confianza de los españoles y se evidenció la impotencia de los eslovenos, con un Luka Doncic que solo aportó tres puntos en la segunda parte y no fue acompañado por demasiados dígitos de otros espadas como Mike Tobey o Klemen Prepelic.
Después de las tres derrotas en los últimos cinco partidos oficiales contra Eslovenia, el más cercano en los Juegos Olímpicos de Tokio, España logró tumbarla a base de juego coral y los 18 puntos de Aldama, 17 de Willy y otros 17 de Juancho, aunque esta selección es mucho más que individualidades.
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