El enorme trabajo atrás del equipo valenciano giró alrededor de una incansable Nadia Fingall. Habitual secundaria, la estadounidense se multiplicó esta vez en los dos aros para acabar con 'dobles figuras' al anotar 15 puntos y sumar 12 rebotes, a los que añadió tres asistencias y dos tapones. Para ella fue el MVP. En el Perfumerías, solo Sika Kone puso en problemas a las locales y no demasiados.
Faltaban pocos minutos para empezar y la visitante Silvia Domínguez, risueña pero en chándal, se acercó al banquillo del Valencia. Allí, ajenas al calentamiento de su equipo, charlaban las locales Raquel Carrera, operada hace unas semanas de una grave lesión en la rodilla derecha, y Alba Torrens, con muletas desde que hace unos días sufrió un esguince en el ligamento externo de la rodilla izquierda. Las tres internacionales fueron las grandes ausencias de la final pero el castigo era mayor para las visitantes.
Arrancó nervioso el Valencia, consciente de que podía ser una tarde histórica. Se empeñó además en sacudirse la presión con tiros lejanos pero le lastró el 2 de 13 en tiros de campo y el 1 de 8 en triples con el que abrió el choque. Le sostuvo su siempre intensa defensa que apenas dejó al Perfumerías hueco para algunas canastas de Kone (7-6, m.7).
Agitó Rubén Burgos a su equipo y antes de que acabara el primer cuarto ya había cambiado a todo su quinteto. Le funcionó porque el nivel defensivo no bajó y los tiros abiertos de Ouviña, Buenavida y Gülich rebajaron su ansiedad.
En el otro banquillo, Nacho Martínez tenía las balas contadas. Adelantó la presión para incomodar a las locales y uso la carta de la altísima Bernardette Hatar. La húngara anotó un par de acciones y atrajo la atención de la defensa local pero también bloqueó, reboteó y distribuyó. Le funcionó para aguantar, que no era poco, pero no para alterar el guión e Iagupova llevó la renta local a la barrera psicológica de los diez puntos (27-17, m.19).
En la reanudación, Laura Gil y Kone trataron por todos los medios de rebajar esa desventaja para las visitantes pero se toparon con la omnipresente Fingall. La estadounidense se multiplicó hasta agotar las esperanzas del Perfumerías y avanzar el inicio de la fiesta en una Fonteta con 7.753 espectadores, récord en un encuentro del equipo femenino el club (44-29, m.30).
Despistado por la imparable celebración, el Valencia levantó un par de minutos el pie del acelerador pero el Perfumerías no encontró cómo generarle ansiedad. Los rebotes ofensivos de Fingall dieron segundas opciones a las locales, sus tapones neutralizaron las pocas opciones salmatinas y un par de acciones en ataque de Queralt Casas acabaron con la resistencia charra. Hasta Carrera y Torrens celebraban ya. Faltaban 3:34 y la Fonteta empezó a cantar 'campeonas, campeonas' y la fiesta ya no paró.
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