Owen Long, jugador del Fibwi Palma, y Charlie Easley, del Palmer Basket Mallorca, con una bandera estadounidense en el Palau d’Esports de Son Moix.

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En Mallorca este martes también se vota. Los cerca de dos mil estadounidenses que residen en Baleares estarán durante la madrugada pendientes de lo que suceda en su país durante unas elecciones que, de una forma u otra, van a tener un impacto en la vida del resto del planeta. Una batalla entre republicanos y demócratas, entre Donald Trump y Kamala Harris, que trascenderá todas las fronteras políticas. Entre la colonia norteamericana de la Isla hay dos jugadores de baloncesto que este miércoles están citados sobre la cancha con motivo de la Copa de España (Son Moix, 20.00 horas) y que antes vivirán por primera vez los comicios desde este lado del Atlántico. Ellos son Owen Long (Fibwi Palma) y Charlie Easley (Palmer Basket Mallorca) y entre sesiones de entrenamientos y partidos también tendrán un ojo puesto en las urnas.

Long, de 24 años, juega de uno o de dos y disfruta de su primera experiencia en el basket europeo, al que llegó este verano procedente de la Universidad de Emporia State. Es de Winfield, una pequeña ciudad de poco más de cuatro mil habitantes situada al noroeste del estado de Alabama. Una zona de tradición conservadora en la que se espera la victoria de Trump. En su caso, asegura que no ha planeado nada especial para vivir la noche electoral y que recurrirá al móvil para informarse de lo que ocurre a miles de kilómetros de distancia. Como la mayoría de jóvenes, tirará de redes sociales para saber quién gobernará los Estados Unidos durante los cuatro próximos años. «Estaré pendiente de Twitter, Instagram o TikTok para ver quién gana porque es algo de lo que nos terminamos enterando, pero no tengo pensado seguir las votaciones al momento ni a través de ningún canal en concreto», asegura.

Charlie Easley, escolta, cumplirá los 24 años a final de mes y, como su compatriota y rival en el baloncesto mallorquín, acaba de salir de la burbuja americana. Recaló en el Palmer hace unos meses desde la Universidad de South Dakota State y nació en Lincoln, capital y segundo núcleo urbano con más población del estado de Nebraska, en el Medio Oeste del país. Admite que es inevitable pasar por alto el asunto electoral y una noticia de este calado, aunque tampoco seguirá en directo los pormenores de su desarrollo. Entre otras cosas, porque prioriza su profesión frente a la política: «Se decidirá casi todo por la noche, así que me pillará durmiendo porque al día siguiente tengo entrenamiento y partido. Pero como Owen, estaré pendiente de la plataforma de las redes sociales para conocer qué ha pasado y ver las cifras por la mañana con una taza de café en la mano».

Sin llegar a pronunciarse del todo, los dos admiten que en las urnas quedará plasmada esa división que afecta a la sociedad estadounidense. «Hay mucha gente que cree en una idea determinada y otra que piensa en la contraria. Es un gran país y estoy orgulloso de ser de allí, pero ahora mismo hay mucha distancia entre las opiniones de la gente. Hay que seguir trabajando para cambiar algunas cosas», cuenta Long. «En América todo el mundo tiene sus propias opiniones y, lógicamente, en tiempo de elecciones todo se enfatiza mucho más», añade Easley. «Lo importante es que todo el mundo analice muy bien lo que va a votar y que se asegure de hacer realmente su trabajo en las urnas. Y después de eso, respetar lo que hagan los demás», explica antes de aclarar que prefiere no mojarse entre rojos y azules. «Me gusta mantenerme al margen y separar la política del baloncesto», sostiene el jugador del Palmer, con el que coincide el del Fibwi. «Lo que está claro es que cada uno de los candidatos, si gana, tendrá un efecto único y diferente sobre el resto del mundo», destaca Long.

Donde ya no están tan alineados Owen Long y Charlie Easley es en los pronósticos sobre su próximo enfrentamiento. «Evidentemente, vamos a ganar nosotros», subraya cada uno por su lado. Porque el derbi del baloncesto palmesano, ahora y siempre, va más allá de las urnas.