Aficionados del Atlètic Balears en el aeropuerto de Son Sant Joan, poco antes de tomar la salida hacia Santiago de Compostela. | T. Jaume / M. Alzamora

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La marea blanquiazul llegará hasta Lugo tras haber inundado un sector importante de la grada de Anduva. No será el medio millar que se dio cita en Miranda de Ebro ante la inminente posibilidad de ascenso, pero alrededor de 150 aficionados acompañarán a los hombres de Siviero en el estadio Anxo Carro, que tiene capacidad para 5.000 espectadores.

La expedición de seguidores del Atlètic puso rumbo ayer a Galicia poco después de que la plantilla y el cuerpo técnico iniciara su viaje. Los seguidores permanecieron ayer por la noche en Santiago de Compostela, mientras que el equipo se desplazó de inmediato a Lugo para establecer su cuartel general en la misma ciudad en la que hoy (12.00) se disputará el encuentro. La hinchada blanquiazul, por su parte, inicia esta misma mañana su desplazamiento a Lugo en autocar para hacerse oír entre el gran ambiente que se espera en las gradas del ‘Anfield' Carro. La prioridad de la junta directiva blanquiazul ha sido conseguir que el equipo no se sienta solo y los baleáricos han vuelto a estar a la altura haciendo un nuevo esfuerzo para insuflar oxígeno a los suyos cuando las fuerzas escaseen en tierra hostil. No obstante, salvo sorpresa el feudo lucense no presentará un lleno absoluto, ya que el club gallego ha decidido hacer pasar por taquilla a sus socios, algo que ya se tradujo en una entrada más flojo de lo esperado en la primera eliminatoria por el ascenso.

La respuesta de la afición no ha quedado solo demostrada con el desplazamiento a tierras gallegas, sino que también se ha puesto de relieve en las taquilla del Estadi Balear. Los seguidores blanquiazules han acudido en masa a la posilidad de adquirir las entradas anticipadas para el partido de vuelta y han agotado las 4.000 localidades a cinco euros que había previsto la entidad.