El Mini Cooper de los Valverde, en plena acción. | Nuria Rincón

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Nadal Galiana (Ford Escort MK2) inscribió su nombre en la leyenda de la clásica del automovilismo balear. El piloto mallorquín fue el dominador de la Pujada al Puig Major disputada con motivo del 50 aniversario del evento, y que fue punto de encuentro de un centenar de clásicos que recordaron la larga historia y tradición del evento tutelado en el presente por la Escudería Serra de Tramuntana.

Del centenar de vehículos inscritos, sólo catorce pertenecían a la categoría de competición, y el resto a las diferentes clases de regularidad. Nadal Galiana ya dejó claras sus intenciones desde las series de entrenamientos, haciéndose con el ‘scratch' pese al rendimiento de Jaume Carbonell a los mandos de su Renault 5 GT Turbo o de Jaume Antoni Aguiló con su BMW M3.

En la primera manga, Nadal Galiana ya fue la referencia (4:47.535), con Aguiló (4:50.300) y Antonio Dezcallar (Mitsubishi Lancer, 4:52.766) como alternativas, con Carbonell en la cuarta posición (4:58.546), merced a la progresión de sus nuevos oponentes por el podio, en el que parecía tener un lugar ya garantizado Galiana, que en la segunda manga de carrera rebajaba en casi cinco segundos su marca, para dejar el tiempo de referencia en 4:42.881. Un registro que le valdría la victoria final en una edición del Puig Major con un carácter deportivo, pero también social y nostálgico, viendo de nuevo sobre el asfalto a nombres imprescindibles en la historia reciente del automovilismo isleño.

Jaume Antoni Aguiló lograba el segundo mejor crono en la serie final (4:44.177), con Antonio Dezcallar (4:47.773), Jaume Carbonell (4:57.556) y Miguel Rigo (5:03.011) en las demás plazas de honor de una cita que no estuvo exenta de sustos, como el protagonizado en forma de salida del trazado por Alberto Seguí, aunque sin consecuencias para el piloto, o problemas mecánicos como los sufridos por Javier Matías o José Luis Nigorra. Matías, Seguí, José Martínez ‘Filet' y Marcelino Caballero cerraban la clasificación del Puig Major.

Regularidad

El grueso de los protagonistas de la ascensión a la cima por excelencia -que reunió una vez más a numerosos aficionados y curiosos, sorprendidos por los vehículos en competición- tomaron parte en las diferentes categorías de Regularidad en liza.

En FIVA-FEVA, en un apretado final y por cinco décimas, Gené-Haverland (MG B GT) lograban la victoria por delante de Valverde-Valverde (Mini Cooper), mientras que Bibiloni-Bibiloni (Seat 600) y Verger-Verger (Fiat Abarth 124) eran los ocupantes de las restantes posiciones de privilegio de la Pujada al Puig Major-50 Aniversari.

Por lo que se refiere a la Regularidad Rally Sport, el Mitsubishi Starion de Ayarte-Perelló fue el vencedor, por delante del MG B GT de Salom y Barrera, mientras que Armandans y Vives (Porsche 911) eran terceros.

En Súper Sport, Giusti (Porsche 911) era el ganador, por delante de Hernández (Porsche 914) y Kalenborn (Mercedes 190).