Para Raquel Mir, «la gran diferencia entre España y otros países es el modo de entender el Bowling, aquí no se entiende como un deporte, sino como un hobby. En Latinoamérica y en los países escandinavos los jugadores son profesionales, se dedican única y exclusivamente al bowling, yo, igual que mis compañeros españoles, tengo que compaginar el deporte y mi trabajo y no podemos entrenar tanto como nos gustaría».
Además añadió que «el hecho de vivir en Mallorca es un hándicap en muchos sentidos; el precio de los vuelos para competir en las torneos del circuito nacional es muy elevado, la falta de jugadores profesionales en Mallorca que me han obligado a fichar por un club madrileño o la falta de pistas que me impide entrenar tantas horas como desearía generan una situación desfavorable para mi crecimiento personal». Aun así la jugadora quiso remarcar la gran ayuda que está recibiendo por parte del Mallorca Bowling.
Cambios
La carrera deportiva de Raquel Mir cambió cuando llevaba tan solo un año jugando a nivel profesional. Luz Adriana, exjugadora profesional colombiana con un palmares envidiable, comenzó a entrenarla y a enseñarle los secretos de este deporte: «Ella ha sido quien me lo ha enseñado todo, he aprendido lo que era y cómo funcionaba este deporte gracias a ella, antes jugaba como podía y de lo que veía en los demás, ahora me siento una jugadora profesional de verdad».
Con una carrera corta pero muy intensa Raquel Mir Cuevas espera disfrutar de su primera experiencia representando a la selección española en un Mundial individual y sueña con convertirse en la mejor jugadora a nivel nacional.
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