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Agencias MADRID El Deportivo de La Coruña, tras perder en sus últimas tres salidas, vuelve a exponer su liderato lejos de Riazor, contra el Espanyol, en la decimoquinta jornada de la Liga de Primera División, en la que el Real Madrid espera confirmar su ascenso al grupo de cabeza.

El líder acude a Montjuïc necesitado de un triunfo que acredite su solidez, porque tan sólo la irregularidad de sus perseguidores le ha permitido mantener el primer puesto, tras su nefasta racha como visitante. El Deportivo, como el Alavés, el Barcelona y el Valencia, precisa sacudirse la sensación de que el ascenso del Real Madrid es inevitable, que la distancia lograda con el actual campeón al principio de temporada lleva camino de agotarse. Para ello, el técnico deportivista, Javier Irureta, podrá alinear a Diego Tristán, recuperado de la lesión muscular que le impidió jugar en Mallorca. El máximo goleador ya jugó anoche y, con dos tantos en seis minutos, dio el pase a su equipo a los octavos de final de la Copa del Rey.

El Espanyol y sobre todo su técnico, Paco Flores, pasa otro examen; el de la supervivencia. El decimoquinto puesto del equipo, que está a dos puntos del descenso, y la permanente sensación de crisis han llevado al entrenador a asegurar que, frente al Deportivo, se enfrentará al cuarto ultimátum de la temporada.

Para Alavés y Barcelona, que juegan el sábado en Mendizorroza, la decimoquinta jornada supone una prueba para confirmar en qué momento de la temporada se encuentran.