La Audiencia Nacional condenó a 3 años y 6 meses de prisión al
presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, por los delitos de
apropiación indebida y estafa y le ordenó restituir las acciones
que posea al club, aunque mantendrá el control de éste hasta que el
Tribunal Supremo revise la sentencia. La sección primera de la sala
de lo penal de este tribunal, que juzgó las irregularidades
cometidas en la transformación del Atlético en sociedad anónima,
condenó también al director general del club, su hijo Miguel Angel
Gil, a un año y seis meses de cárcel por un delito de estafa, y a
un año al vicepresidente Enrique Cerezo por apropiación
indebida.
Según informaron fuentes de la sala, la orden a Gil y Cerezo
para que restituyan a la entidad las 236.056 acciones de las que
son titulares tiene por objeto sacar éstas a subasta, como había
solicitado el fiscal, pero añadieron que la venta no se realizará
hasta que el Tribunal Supremo revise la sentencia. Esta declara
probado que, el 30 de junio de 1992, Gil se hizo con la mayoría de
las acciones del Atlético sin desembolsar su importe y dice que
aunque no se puede afirmar que éste persiguiera lucrarse
económicamente, «debe apreciarse (...) el propósito de gozar de las
ventajas socioeconómicas que se derivan de ser dueño de un club de
fútbol vinculado a la máxima división».
«El perjuicio para el club radica en que ha sido desprovisto de
la pertenencia de su patrimonio: ni siquiera pueda conocer con
precisión en qué consiste, por las maniobras de Jesús Gil», añade
la resolución.
El tribunal reconoce la «situación deficitaria del club» cuando
Gil se hizo cargo de la presidencia, en junio de 1987, y añade que
si bien «cabe aceptar» que aportó a la entidad dinero de su
bolsillo, «por la confusión que él voluntariamente generó no ha
podido determinarse la realidad de la deuda» que el Atlético llegó
a tener con él. De hecho, la sala dice que el reconocimiento de
deuda que el Atlético otorgó a su presidente «se engloba en una
maquinación de Jesús Gil, con la colaboración de Enrique Cerezo,
para apoderarse del club» al aproximarse el momento de la
transformación de los clubes de fútbol en sociedades anónimas
deportivas (SAD).
Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, declaró que
recurrirá al Tribunal Supremo la sentencia de la Audiencia Nacional
que le ha condenado a tres años y seis meses de prisión por los
delitos de apropiación indebida y estafa, además de restituir las
acciones del club, y que se sentará en el palco del Vicente
Calderón el omingo. El abogado de Jesús Gil, Horacio Oliva, aseguró
que ninguno de los tres inculpados (Miguel Angel, Enrique Cerezo,
además de Gil) irá a la cárcel ya que la sentencia no indica nada
sobre el control del club. «Vamos a recurrir al Tribunal Supremo».
Según la Sala, a la que hay que respetar, se han cometido unos
delitos», comentó Gil en una rueda de prensa ofrecida en su oficina
inmobiliaria madrileña. «Yo entendía», prosiguió, «que el objetivo
principal de la fiscalía era quitarme el club porque pedía 17 años
para mí. Llevo cinco años luchando y lo que está claro es que
quieren arruinarme, meterme en la cárcel y desprestigiarme. Gil
afirmó que seguirá igual en el club: «dejándome hasta el último
duro» y también confirmó que se sentará en el palco del Calderón en
el encuentro contra el Mallorca.
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