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El nuevo brasileño del Barcelona, Ronaldo de Assis Moreira «Ronaldinho Gaucho», se ha vestido por primera vez de azulgrana ante más de 20.000 aficionados el mismo día en el que el club confirmaba que Juan Román Riquelme es el extracomunitario descartado para la próxima temporada. El jugador, de 23 años, ha firmado por cinco temporadas y lucirá el diez como dorsal, el mismo número que hasta ahora pertenecía a Juan Román Riquelme.

La presencia de Ronaldinho sobre el césped del Camp Nou conllevó una cifra récord de seguidores en las gradas con motivo de la presentación de un jugador.

El crack mediático de la directiva de Joan Laporta empezó a ejercer como tal, congregando instantes antes a un elevado número de informadores que obligó a los servicios de prensa a habilitar una sala de mayor aforo a la utilizada habitualmente para este tipo de acontecimientos.

La cláusula del jugador es de cien millones de euros y el precio que ha pagado el Barcelona al París Saint Germain por su fichaje, según explicó Laporta, es de 25 millones a las que podrían añadirse dos variables por incentivos de dos y tres millones de euros respectivamente.

Ronaldinho se declaró «feliz» por su llegada al equipo azulgrana y cumplió con el típico deseo de darle «muchas alegrías» a su nueva afición. «Se está cumpliendo un sueño que tenía desde pequeño y, ahora, tengo la oportunidad de hacerlo realidad», manifestó el jugador, quien compareció ante los medios de información junto a Joan Laporta y al secretario técnico del club, Txiki Begiristain.

Ronaldinho espera seguir la estela de otros brasileños que recientemente pasaron por el Camp Nou, entre los que citó a Romario da Souza, Ronaldo Luiz Nazario y Vitor Borba «Rivaldo».

Joan Laporta instó al brasileño a que se «integre en la sociedad catalana» y negó que este fichaje de credibilidad a su junta, tras haber repetido durante la campaña electoral la fórmula de fichar a dos cracks mediáticos y a tres jugadores de alto nivel.

De todos modos, Laporta admitió que veía cumplido uno de sus objetivos y se declaró «satisfecho» por haber logrado la incorporación de Ronaldinho.

El dirigente azulgrana se levantó de inmediato para abrazarse con su vicepresidente Sandro Rosell, responsable del área deportiva y al que responsabilizó del fichaje.

Posteriormente, Joan Laporta agradeció al jugador su preferencia por el Barcelona y a los hermanos del futbolista -Roberto, que a la vez es el representante, y Daisy- su participación en la llegada del jugador a la Ciudad Condal.