El Valencia se bloquea ante un ordenado Sevilla

VALENCIA: Cañizares (*), Caneira (*), Ayala (*), Marchena (*), Fabio Aurelio (*), Albelda (*), Baraja (*), Angulo (*), Aimar (*), Vicente (*) y Villa (*).
Cambios: Kluivert (*) por Caneira y Hugo Viana (*)por Baraja.

SEVILLA: Palop (**), Alves (**), Javi Navarro (**), Aitor Ocio (**), David (**), Martí (**), Maresca (**), Fernando Sales (**), Luis Fabiano (**), Adriano (**) y Saviola (***).
Cambios: Kepa (*) por Luis Fabiano; Puerta (*) por Adriano y Jordi (*) por Saviola.

Àrbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro). Amonestó por el Valencia a Fabio Aurelio.

Goles:
0-1, minuto 19, Luis Fabiano.
0-2, minuto 47, Ayala en propia meta.

Alfonso Gil|VALENCIA

La tela de araña que Juande Ramos, entrenador del Sevilla, tejió ayer en Mestalla pudo con el Valencia, un equipo que venía con mucha moral tras su victoria del domingo ante el Real Madrid, pero que estuvo casi siempre a merced de rival, que fue un equipo ordenado, compensado y que jugó en bloque.

Tan sólo en el último cuarto de hora de la primera parte y en algunas acciones aisladas de los últimos minutos del encuentro dio el Valencia muestras de poderío ofensivo. Sin embargo, el infortunio del gol marcado por Ayala en propia meta al principio del segundo tiempo, encauzó la victoria de un Sevilla que siempre tuvo las ideas muy claras.

Bastante antes de que llegara el 0-1, el Sevilla ya había sabido bloquear completamente las ideas del Valencia a base de mucha presión, orden en su juego y una vigilancia extrema a los hombres clave del rival.

Una buena acción de Adriano por la banda izquierda se vio recompensada con el gol en un excelente taconazo de Luis Fabiano que ratificó la superioridad del equipo visitante.

Al Valencia se le nubló la vista y al Sevilla se le abrieron los ojos, lo que convirtió al equipo andaluz en amo de la situación y acercó durante algunos minutos el partido más al 0-2 que al empate.

Así fue hasta el minuto 32, cuando el Valencia tuvo su primera opción de gol en un remate de Fabio Aurelio que dio paso a una fase del encuentro marcada por la mejoría sustancial del conjunto local, que tuvo la oportunidad de empatar.

Sin embargo, a pesar de que las facilidades que encontró no fueron las de la primera media hora, el Sevilla supo llegar al descanso con ventaja en el marcador.

La suerte no estuvo con el Valencia en el inicio del segundo tiempo, ya que en la primera aproximación sevillista a la meta de Cañizares, llegó el 0-2 marcado por Ayala en propia meta en una jugada que presentaba excesivo peligro.

La entrada poco después de Kluivert en el Valencia hizo al equipo local algo más ofensivo, aunque muy impreciso, en un partido con dos únicas vertientes: la del dominio insistente del Valencia y la del fútbol de contragolpe del Sevilla.

Reacción estéril

El Valencia trató de hacer a la heroica lo que no había podido resolver hasta entonces y aunque el Sevilla se vio agobiado en algunos momentos del tramo final del partido, nunca dio la sensación de que el triunfo sevillista pudiera peligrar, a pesar de que las oportunidades locales fueron constantes en los últimos minutos del partido.

Aún hubo tiempo para que el guardameta del Sevilla, Andrés Palop, recibiera algún aplauso de la afición valencianista, tras sus buenas intervenciones y en recuerdo a su etapa en el club de Mestalla. Al final, los levantinos tiraron por tierra todo el esfuerzo del Bernabéu.