Málaga: Rubén; Gámez, Hélder, Stadsgaards, Manu Torres (Portillo, m. 46); Duda, Iván González (Fernando, m. 46), Juanito, Eliseu; Fernández (Quincy, m. 62) y Rondón.
Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Raúl García (Valera, m. 86), Tiago, Assuncao, Simao; Reyes (Fran Mérida, m. 80) y Aguero (Diego Costa, m. 71).
Goles: 0-1, M. 22: Tiago. 0-2, M. 65: Domínguez. 0-3, M. 68: Tiago.
Àrbitro: Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró tarjetas amarillas a los malaguistas Manu Torres (m. 38) y Gámez (m. 68), y a los jugadores del Atlético de Madrid Filipe Luis (m. 50) y Raúl García (m. 84).
El Atlético de Madrid ha goleado al Málaga (0-3), que solloza en los puestos de descenso, y se coloca sexto, a solo dos puntos de los puestos de la Liga de Campeones.
El tempranero gol del portugués Tiago Mendes, echó por tierra las ilusiones de un Málaga que ha sumado ya seis derrotas en su estadio en lo que va de temporada.
Empezó dominando el Atlético de Madrid, aunque sin excesivo riesgo y sin acercarse con peligro a la portería del Málaga, que ante la falta de creación, dos mediocentros defensivos, se dedicó al fútbol directo, al balón en largo para que corrieran Rondón y Fernández. El primer lanzamiento fue a cargo de Reyes, tras una falta que mandó a córner Rubén.
El conjunto rojiblanco tenía el balón, lo administraba, pero no ejecutaba, a pesar de las intentonas del «Kun» Agüero. Tuvo que ser después de una falta lanzada por Simao, con un remate de cabeza impecable del centrocampista portugués Tiago, quien abriera el marcador (minuto 22).
El Málaga daba una mala impresión. En treinta minutos ni se había acercado a la portería defendida por De Gea. Triste para un equipo con 17 millones de euros gastados en fichajes.
El primer tiro con peligro fue una falta lanzada por Duda, que despejó a saque de esquina De Gea, cuando el balón entraba con un bote extraño, que no despistó al guardameta.
Poco más hubo en la primera parte, ya que la falta de calidad de los locales se notaba y el conformismo, a pesar del dominio de los visitantes, quedaba en el campo y en el marcador.
El técnico Pellegrini buscó más efectividad con los centrocampistas Portillo y Fernando, por Manu Torres e Iván González, para intentar jugar algo al fútbol, para conducir el balón y crear más que destruir. No le sirvió de mucho, pero el comienzo fue para el equipo albiceleste, dominando, aunque sin pegada ante un Atlético de Madrid dormido.
Agüero, el jugador más incisivo de los rojiblancos, pidió un posible penalti de Eliseu, al tocar el balón con la mano, que Teixeira Vitienes, no concedió. El empuje del Málaga iba decayendo y la sentencia llegó en una falta botada por Simao, que no despejó la defensa malaguista, y Domínguez, completamente sólo, marcó de cabeza (minuto 65).
La defensa del Málaga era un desbarajuste, descolocada, desubicada y completamente desafortunada. El portugués Tiago, volvió a marcar de cabeza en otra acción a balón parado tres minutos después. El partido murió, terminó y el Atlético de Madrid no quiso hacer más daño ante un equipo malacitano hundido y con mal color.
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