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No hubo lleno, pero casi. El gancho del campeón del Liga, del mejor equipo del mundo, volvió a poblar las gradas del Iberostar Estadi de seguidores azulgranas, pero la hinchada mallorquinista estuvo a la altura y tiñó de rojo un Son Moix que estrenó gradas supletorias a pie de pista. Un nuevo aforo poblado por jugadores del fútbol base y de clubes vinculados, que ayudaron a firmar la segunda mejor entrada de la presente temporada. En total, ayer se dieron cita en el coliseo bermellón 21.227 aficionados, por los 22.669 que asistieron al estreno liguero ante el Real Madrid. Mourinho, Cristiano y compañía les ganaron la partida en esta parcela a Messi y Guardiola. El Barça permitió vivir un día especial, una tarde-noche de fútbol de alto voltaje en las gradas, que volvieron a rozar el ansiado lleno.