Sevilla: Javi Varas; Martín Cáceres, Spahic, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Fazio, Trochowski (Rakitic, m.67), Perotti (Armenteros, m.71); Kanouté y Negredo (Del Moral, m.64).
Athletic Club: Iraizoz; Iraola, San José, Javi Martínez, Aurtenetxe, De Marcos; Íñigo Pérez (Ramalho, m.87); Susaeta (Gabilondo, m.67), Ander Herrera, Muniain; y Llorente (Toquero, m.89).
Goles: 0-1, M.05: Iraola. 1-1, M.14: Jesús Navas. 1-2, M.71: De Marcos.
Árbitro: Miguel Ángel Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Fernando Navarro (m.27) y Spahic (m.90) y a los visitantes De Marcos (m.43) y San José (m.47).
El Athletic Club mostró sus credenciales y su buena racha de juego y resultados para romper un maleficio de 18 años sin ganar en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en un partido que superó por 1-2 y en el que casi siempre estuvo muy por encima del Sevilla.
El conjunto hispalense, por su parte, sigue a la deriva con cinco jornadas sin ganar, con dos derrotas consecutivas como local y ya muy alejado de los puestos de la Liga de Campeones, que era el objetivo marcado para esta campaña.
Salió el Sevilla con una alineación que bien podría ser la de gala después de varias semanas ausentes por lesión el malí Frederic Kanouté, Álvaro Negredo y el argentino Diego Perotti, y pareció que el Athletic, para frenar este presumible poder ofensivo del rival, saltó al terreno con tres jugadores en el centro de la defensa, Mikel San José, Javi Martínez y Jon Aurtenetxe.
Pero fue el conjunto vizcaíno el que, en contra de lo que podría señalar su disposición táctica, abrió el marcador en su primera aproximación al área local.
Un rechace de Negredo tras un saque de falta hizo que el balón le llegara a Andoni Iraola, quien, sin pensárselo, remató desde lejos, fuerte, por bajo y ajustado a la cepa del poste e imposible a la estirada de Javi Varas.
El Sevilla, como en las últimas jornadas, estuvo impreciso en el pase, perdió mucho el balón y jugó a remolque del rival, aunque Jesús Navas no perdonó en un despiste en las marcas de la defensa visitante y estableció el empate con un preciso remate cruzado.
Los del argentino Marcelo Bielsa no se descentraron con el tanto encajado y maniataron perfectamente las evoluciones de los sevillistas, hasta el punto de que fueron los que dominaron y gozaron de buenas ocasiones para adelantarse otra vez.
El internacional Fernando Llorente fue siempre un verdadero peligro entre los inseguros centrales sevillistas, y el centro del campo bilbaíno también estuvo siempre por encima del local, aunque el Sevilla, a impulsos aislados, intentó sacudirse su inseguridad para, al menos, equilibrar el choque, lo que le valió para irse al descanso con el empate.
Muchas cosas tuvo que corregir Marcelino García Toral en los vestuarios para que la segunda parte fuera otra y pareció que sus jugadores despertaron, porque se vio más presión del polaco Piotr Trochowski y del argentino Federico Fazio en el centro del campo.
El Athletic, con más problemas pero sin perder su ambición de llevarse la victoria, no desperdició ninguna ocasión para irse al ataque y mover bien balón hasta encontrar los huecos.
El encuentro estuvo abierto, de ida y vuelta y sin que ningún equipo encontrara la fórmula de dominar con autoridad, aunque el central bosnio Emir Spahic salvó bajo la portería que el adversario consiguiera el segundo.
Un error del propio Spahic en el pase, sin embargo, propició pocos minutos después que Óscar De Marcos sí pusiera el 1-2 y las cosas muy complicadas para la formación andaluza, que no encontró los recursos para poner en apuros al meta Gorka Iraizoz.
El conjunto vasco, muy seguro ya de sus posibilidades, movió el balón con soltura e incluso buscó el tercer tanto para sentenciar el partido ante el despiste general del adversario.
El hecho de que ese tercer gol visitante no llegara dejó algo de esperanzas al Sevilla para formar un empate en los últimos minutos, pero no hubo nunca ideas claras para conseguirlo.
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