Chelsea: Cech, Ivanovic, Cole, David Luiz, Terry, Oriol Romeu, Ramires (Mikel, m.64), Meireles, Mata (Malouda, m.83), Sturridge, Drogba (Torres, m.77).
Valencia: Diego Alves, Barragán, Rami, Víctor Ruiz, Jordi Alba (Aduriz, m.54), Albelda, Tino Costa (Parejo, m.76), Feghouli (Pablo, m.64), Jonas, Mathieu, Soldado.
Goles: 1-0, min.2: Drogba. 2-0, min.22: Ramires. 3-0, min.76: Drogba.
Árbitro: Gianluca Rocchi (Italia). Amonestó a Oriol Romeu (Chelsea) y a Tino Costa (Valencia).
El Valencia se mostró hoy impotente en Stamford Bridge ante un Chelsea que se impuso al contragolpe por 3-0 y que dejó fuera de los octavos de final de la Liga de Campeones a los de Unai Emery.
Los valencianistas sucumbieron en el último encuentro de la fase de grupos frente a unos «blues» que marcaron en el minuto tres por medio del marfileño Didier Drogba y que aprovecharon su ventaja para retrasar sus líneas y asfixiar el ataque de los visitantes.
Una vez más, los valencianistas fallaron en un duelo a una sola carta en el que, esta vez, se jugaban su supervivencia en la máxima competición europea contra el conjunto de su excompañero Juan Mata, convertido en el cerebro del Chelsea, y del también español Fernando Torres, que esta noche volvió a ver gran parte del encuentro desde el banquillo.
Un tanto del brasileño Ramires Santos en la primera parte y el segundo de Drogba en la recta final del choque redondearon el marcador de un encuentro que el Valencia nunca dio la impresión de poder superar.
Tanto Emery como el técnico local, el portugués André Villas-Boas, habían asegurado que no tenían intención de especular con el resultado de un choque trascendental, predestinado a marcar el rumbo de la temporada para ambos equipos.
Con esa premisa, los casi 2.000 seguidores valencianistas atrincherados en una de las esquinas del estadio vieron desde el primer minuto como los suyos trataban de llegar al campo contrario con el balón controlado.
La presión de los locales ahogaba sin embargo a los de Emery y, tras un primer aviso del portugués Raul Meireles con un disparo a puerta bien dirigido, el Chelsea no tardó en demostrar que es un equipo letal en el juego vertical.
Con una rápida combinación tras recuperar un balón en el centro del campo, el esférico llegó a los pies de Mata, que lo controló en una esquina del área rival.
Un resbalón de Antonio Barragán facilitó el pase del exvalencianista hacia el marfileño Didier Drogba que, con la zurda, cruzó un balón fuera del alcance del guardameta Diego Alves.
Era el minuto tres y las cosas, en principio, no debían cambiar mucho para el Valencia, que seguía con la misma necesidad que al principio de marcar un tanto pero, en la práctica, el gol de Drogba dio un giro al planteamiento táctico del duelo.
El Chelsea aprovechó su ventaja para parapetarse en el área y dejar al delantero marfileño como única referencia en la punta de ataque, preparado para iniciar cualquier contragolpe.
Los visitantes controlaban el juego y persistían en sus intentos de crear peligro, pero el guardameta Peter Cech y los palos se encargaban de impedir el empate de los de Emery en las contadas ocasiones que lograban fabricar.
Lejos de volver el equilibrio al marcador, el encuentro se complicó definitivamente para el Valencia en el minuto 22, cuando el brasileño Ramires se plantó ante Alves para sumar el segundo de los «blues» en la tercera llegada de peligro de los locales.
Drogba, muy atento en el centro del campo, condujo el balón por la banda izquierda para dejárselo al brasileño que, ante un Víctor Ruiz que no acertó a despejar la pelota en el interior del área, pudo retar al portero valencianista, sin opciones para evitar el gol.
El Valencia no dejaba de elaborar combinaciones ante la muralla de jugadores que el Chelsea había plantado frente a su área, mientras los «blues» parecían necesitar unos pocos pases para presentarse con peligro en las inmediaciones de la portería visitante.
A falta de un cuarto de hora para el final, en una de esas ocasiones en las que los locales amenazaban a Alves, Drogba volvió a adelantarse a la defensa del Valencianista para sentenciar el encuentro con un balón raso.
El marfileño abandonó el césped poco antes del final para dar entrada a un «niño» Torres que continúa inmerso en una crisis de juego y que hoy no pudo reivindicarse ante su entrenador en tan solo diez minutos.
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