De Bonisegna a Beckenbauer, de Tardelli a Müller, de Schnellinger a «Gigi» Riva, de Ballack a Pirlo. Son nombres en la historia de un duelo mítico que revivirán en semifinales de la Eurocopa Italia y Alemania en uno de los partidos que más alegrías ha dado al mundo del fútbol.
Muchos han quedado en la memoria y hoy los germanos intentarán por fin eliminar a los transalpinos en la búsqueda de la eterna revancha.
Nadie olvida aquel encuentro del Mundial de 1970 en México en el que Italia ganó 4-3 a los alemanes en semifinales con una prórroga épica. Ni el la celebración de Tardelli en la final del Mundial de España, gritando con toda su alma un gol que daba la victoria a la «azzurra». Ni aquel pase a la final de Italia, con Andrea Pirlo sobre el campo.
Él mismo estará de nuevo en el césped del estadio Nacional de Varsovia ocho años después para intentar amargar la existencia a un equipo que nunca ha eliminado ni ganado a Italia en una fase final de un gran campeonato. En total, son seis enfrentamientos con cero victorias para la «Mannschaft».
Pero Alemania quiere cambiar la historia y convertir la Eurocopa de 2012 en suya. Desde que eliminaran a Grecia, los hombres de Joachim Löw pasan los días intentando espantar todos los fantasmas de la historia y la estadística que acechan para este encuentro. En la concentración germana muchos han alzado la voz para pensar en el futuro y no en el pasado.
«Creo que en el fútbol no hay revancha. La derrota de 2006 no se puede compensar. El pasado no importa. El hecho de que no hayamos ganado a Italia no importa», dijo Löw. «La última vez fue hace seis años. Lo viví muy de cerca, fue en nuestro país, pero ahora son dos equipos nuevos. Lo hemos preparado bien, que es lo que cuenta», añadió Miroslav Klose.
Con esa confianza saldrá Alemania al campo. El juego que han desplegado a lo largo de la Eurocopa, con pleno de victorias en cuatro encuentros, es su principal aval. Con Grecia cogieron impulso y asombraron apoyados en jugadores jóvenes.
Esa es la duda del duelo, si Löw apostará por las nuevas generaciones, con Schurrle y Reus sobre el campo, o si devolverá la confianza a Podolski y Muller. Mientras, el enigma de Schweinsteiger parece resuelto y jugará en el centro del campo tras recuperarse de unas molestias en el tobillo. En la delantera, Klose y Mario Gómez se disputarán un puesto hasta el último momento.
En el otro lado, Cesare Prandelli vive pendiente de tres nombres. Daniele De Rossi, Giorgio Chielini y Antonio Abate. El primero tiene una ciática que le afecta a la pierna izquierda. El segundo, parece recuperado de una molestia muscular que le impidió jugar los cuartos de final. Y el tercero, apura con los fisioterapeutas su recuperación de una distensión en la corva de su pierna izquierda.
El médico de la selección transalpina, Enrico Castellacci, se ha mostrado optimista sobre un trío de futbolistas que necesita Italia, que se queja de los dos días que han tenido de descanso respecto a su rival para recuperarse. Es el único «pero» que pone Prandelli a un partido en el que jugará sin complejos a Alemania. Saldrá al ataque y el espectáculo estará garantizado. Ambas selecciones se citan de nuevo con la historia.
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