Ever Banega conduce el balón ante los jugadores del Spartak. | Efe

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Sevilla 2-1 Spartak de Moscú

Sevilla: Sergio Rico; Mercado (Corchia, m.83), Kjaer, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Pizarro; Sarabia (Jesús Navas, m.74), Banega (Krohn-Dehli, m.77), Nolito; y Ben Yedder.

Spartak Moscú: Sélijov; Yéschenko (Petkovic, m.79), Dzhikiya, Tasci, Kombárov; Fernando, Pasalic (Popov, m.56); Promes, Glushakov, Melgarejo (Zé Luis, m.71); y Luis Adriano.

Goles: 1-0, M.30: Lenglet. 2-0, M.59: Banega. 2-1, M.78: Zé Luis.

Árbitro: Artur Dias (Portugal). Amonestó al local Ben Yedder (m.91) y a los visitantes Glushakov (m.32), Tasci (m.61) y Dzhikiya (m.86).

Incidencias: Partido de la cuarta jornada del Grupo E de la Liga de Campeones disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 38.000 espectadores. Césped en buen estado. La UEFA prohibió al Spartak la venta de entradas a sus aficionados para este encuentro por los incidentes ocurridos el 13 de septiembre en el campo del Maribor. EFE

El Sevilla ganó 2-1 al Spartak Moscú y dio así un gran paso para estar en los octavos de la Liga de Campeones, en un partido sin brillo y con una segunda mitad más disputada al ofrecer los rusos una versión más ofensiva, con lo que el equipo español se desquitó del 5-1 encajado hace dos semanas en Moscú.

El Sevilla, que recupera la segunda plaza del grupo con 7 puntos, dos más que el Spartak, fue superior en un primer tiempo en el que se adelantó con un tanto de cabeza del francés Lenglet, tras lo que marcó el 2-0 a los 60 minutos con un golazo del argentino Éver Banega, pero al final pasó apuros al reaccionar los rusos y ponerse con 2-1 a doce del final.

Era un duelo crucial, pues ambos -que sólo estaban separados por un punto- se jugaban gran parte de su futuro en la 'Champions'. Tras romper en la Copa y el sábado con el Leganés en Liga una racha de 3 derrotas seguidas, el Sevilla tenía además la motivación extra de tomarse la revancha por el 5-1 encajado hace dos semanas en Moscú.

El entrenador argentino Eduardo Berizzo mantuvo esta vez el bloque con las únicas novedades del meta Sergio Rico, del lateral argentino Gabriel Mercado y del extremo Manuel Agudo 'Nolito', por Soria, el francés Corchia y el argentino Joaquín Correa -lesionado ante el Leganés-. Como medios, N'Zonzi y Pizarro, en la derecha Sarabia -en un gran estado de forma- y arriba el galo Ben Yedder.

En los moscovitas, su técnico, Massimo Carrera, recuperó al final al lateral diestro Andrei Yéschenko, que superó su lesión, y confió su juego vertical y a la contra al holandés Promes, a Glushakov y al paraguayo Melgarejo, con el brasileño Luiz Adriano en punta.

El conjunto español salió muy fuerte, con una presión muy alta, y esto impidió al Spartak jugar como le gusta, es decir, con el fútbol rápido y al contragolpe con el que le desarboló y goleó en Moscú.

Con una gran intensidad, el control total del medio campo por la fuerza del francés N'Zonzi y del argentino Pizarro, y buenas subidas por las bandas, sobre todo de Nolito y Escudero por la izquierda, el Sevilla superó por completo al agazapado equipo ruso en los primeros 25 minutos y gozaron de claras ocasiones para abrir el marcador.

La primera llegó a los 3 minutos, pero el argentino Éver Banega disparó ligeramente desviado y, cuatro minutos después, también pudo marcar Nolito con un tiro que despejó el meta Aleksandr Sélijov.

El sanluqueño tuvo otra buena opción cerca del ecuador del primer tiempo, pero su remate por alto a centro de Sarabia se marchó fuera en plena ofensiva sevillista ante un rival incapaz de montar rápidas contras, ya que apenas podía salir de su campo.

El dominio del Sevilla, con robos en zonas de peligro y un juego más elaborado que otras veces para abrir huecos en la zaga rusa, se materializó en el marcador cuando parecía que empezaba a atenuarse su empuje, a la media hora, cuando el central galo Clément Lenglet cabeceó con potencia un córner botado por Banega y logró el 1-0.

El Spartak, inofensivo y centrado en defenderse hasta entonces, se espabiló y avisó de su peligro en dos ocasiones: una falta directa que ejecutó perfectamente el brasileño Fernando y Sergio Rico, muy seguro, mandó a córner; y un tiro flojo de Glushakov desde la frontal del área que despejó la zaga y dio paso al descanso.

En la reanudación, el equipo moscovita salió con la consigna de estirar sus líneas y el reto de variar el guión del partido e inquietar al rival mucho más cerca de su área rival, pero, salvo en una tímida incursión de Promes que abortó la defensa local, le costó un mundo generar peligro real ante la meta de Sergio Rico.

Mientras, los sevillistas se esforzaron en mantener la seguridad y la concentración atrás para no asumir riesgos y salieron ahora al ataque con velocidad, a veces aprovechando alguna contra, y con más espacios por el paso adelante dado por el Spartak, que, con todo, no encontró la vía para hacerle daño al conjunto de Berizzo.

Al contrario, las llegadas más peligrosas fueron del Sevilla. Nolito lo intentó, pero su tiro cruzado salió rozando el poste derecho de Sélijov, si bien el que no perdonó al filo de la hora de juego fue Banega, que hizo el 2-0 con un zurdazo desde la frontal del área que se coló muy ajustado y a media altura en la meta rusa.

El Spartak se fue arriba, pero sin éxito ni claridad, y a un cuarto de hora del final Ben Yedder pudo ampliar la renta local, si bien su remate en el área lo sacó un defensor en la línea de gol.

Esto espoleó a los rusos, que acortó distancias en el 78 por medio del caboverdiano Zé Luis, que acababa de salir al campo por Melgarejo, lo que dio emoción a los últimos minutos al volcarse en ataque el Spartak, aunque el Sevilla aseguró un triunfo vital.