Los jugadores del Real Madrid, durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Valdebebas. | Efe

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El clásico del fútbol español llega al Santiago Bernabéu con el Real Madrid, vigente campeón de Liga y reciente conquistador del Mundial de Clubes, obligado a ganar al FC Barcelona, que le aventaja en once puntos, que no pierde desde la Supercopa y va lanzado hacia al título.

La necesidad marca el paso del Real Madrid en LaLiga Santander, donde paga cara su irregularidad y tiene el peligro, en caso de no ganar el clásico, de quedarse a una diferencia jamás remontada en la historia de la competición.

Especialista en finales, con pleno de éxitos en cada una que ha disputado desde la llegada al banquillo de Zinedine Zidane, el Real Madrid encara el clásico como si fuese otra de ellas, en vez de un encuentro de la decimoséptima jornada liguera. Su reto pasa por poner el broche a un 2017 que se despide como el año con más títulos en la historia del club madridista, cinco con Liga, Liga de Campeones, Supercopa de Europa, Supercopa de España y Mundial de Clubes.

Con Zinedine Zidane haciendo un llamamiento al madridismo para que su equipo sea empujado por un ambiente mágico, el clásico presenta al peor ataque madridista en números de los últimos ocho años ante la mejor defensa del campeonato. Solo tres tantos ha encajado a domicilio en ocho salidas el equipo de Ernesto Valverde, que pasa una reválida en el Bernabéu. De todos sus duelos de entrenador con Zizou salió derrotado en cinco precedentes (tres con el Athletic Club y dos con el Barcelona).

Desde la Supercopa de agosto que dejó a un Real Madrid lanzado en su gran momento ante un Barcelona que intentaba despertar del golpe de perder a un referente como Neymar, los de Zidane nunca encontraron regularidad en juego ni resultados. Su inicio de campaña le alejó pronto de su gran rival en Liga y en Liga de Campeones le empujó al segundo puesto y a un duelo fratricida en octavos de final ante el todopoderoso PSG.

Con el objetivo de conquistar el triunfo desde el balón y con buen fútbol, todo apunta a que Zidane repita el once de Cardiff, con Gareth Bale de inicio en el banquillo, y bajo un 1-4-4-2 como sistema. Pese a que le dio gran resultado el marcaje de Mateo Kovacic a Leo Messi en la Supecopa y Marco Asensio marcó en los dos partidos, no parece que nada vaya a mover a ninguno de los fijos.

Con Keylor Navas mirado con lupa ante la cercanía de la llegada de Kepa, la defensa la formarán Carvajal, Varane, Sergio Ramos y Marcelo, Casemiro será el ancla a espaldas de Kroos y un Modric que ha recuperado su mejor nivel, más Cristiano y un Karim Benzema necesitado de gol ante una de sus víctimas favoritas. Hasta seis de sus nueve goles en clásicos los firmó en el Bernabéu.

Será un nuevo duelo entre los reyes del fútbol: Cristiano Ronaldo y Leo Messi. En sus últimos clásicos se exhibieron en casa del rival, dejaron celebraciones para el recuerdo con imagen de poderío. Llegan a la gran cita con un bonito pulso por acabar como máximo goleador del año, empatados a 53 goles ambos y tras repartir todos los premios individuales.

El Barcelona afronta el clásico en lo alto de la clasificación y respaldado por un colchón de puntos que, aun en caso de perder o empatar en el Bernabéu, le permitirá pasar a 2018 como líder, mientras que una victoria resultaría un golpe durísimo para las aspiraciones de su rival, ya que quedaría descolgado a catorce puntos, aunque con un partido pendiente, contra el Leganés.

Los de Valverde llegan a Madrid tras haberse labrado una trayectoria exitosa y rotunda, porque desde el susto y repaso que recibieron en la Supercopa de España, precisamente contra los madridistas, desde entonces han ganado todos los partidos en todas las competiciones (19), excepto cinco empates: tres en la Liga (Celta, Valencia y Atlético de Madrid) y dos en Champions (Juventus y Olympiacos).

Valverde tendrá dos agujeros en la alineación, pero que no le resultarán problema alguno que no haya solventado ya, como es la adecuación de Thomas Vermaelen en el eje de la defensa junto a Piqué, por la lista de lesionados en esa demarcación, y la imposibilidad de situar un ataque de tres puntas, que resolverá con un 4-4-2, añadiendo un mimbre más en la medular.

Las bajas por lesión en el eje defensivo, especialmente la de Samuel Umtiti, y la Javier Mascherano hasta la jornada anterior, han llevado al Barça a encomendarse a un jugador casi descartado, como es el belga Thomas Vermaelen, quien ha tenido que incorporarse de forma urgente en la alineación, dejando actuaciones sin haber acabado retratado por algún error. Para mañana, Valverde tendrá a Mascherano disponible, que recibió el alta la semana pasada, pero todo apunta a la titularidad del belga.

De esta forma, la línea defensiva parece clara, en la que Sergi Roberto con casi toda seguridad saldrá en el lateral derecho, desde donde el curso pasado dibujó la jugada del partido, que a la postre acabó en un gol de Messi que resultó definitivo (2-3). En el otro costado, Jordi Alba tiene asegurada la titularidad, mientras que en el centro Piqué y Vermaelen ejercerán de centrales.

En el centro del campo, se espera que Valverde apueste por cuatro jugadores, como Rakitic, Busquets e Iniesta, a los que se sumará el cada vez más consolidado, y goleador, Paulinho. Con esta fuerza en la medular, el Barça pretende dominar el juego y disponer de jugadores con llegada, como el capitán azulgrana y el medio brasileño, además de los dos carrileros defensivos, muy propensos a cruzar la línea del centro del campo.

A los cuatro del medio, Messi se sumará en su tarea de jugador libre, y sin un trozo de área de campo asignada, por lo que las bandas quedarán para la subida de carrileros, mientras que volverá a quedar fijado como ariete el uruguayo Luis Suárez.

El Barcelona lleva dos temporadas arrancando triunfos del Bernabéu, con un 4-0 y el 2-3 del curso anterior. En las últimas diez visitas a Chamartín, el equipo azulgrana ha firmado una de sus mejores épocas, en las que ha arrancado seis victorias y un empate, por tres triunfos madridistas.

Alineaciones probables

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco; Cristiano Ronaldo y Benzema.

Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Vermaelen, Alba; Rakitic, Busquets, Paulinho, Iniesta; Luis Suárez y Messi.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (colegio murciano).