El central del Barcelona y de la Roja exhibe su cara más desconocida y personal. | Reuters

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El jugador del FC Barcelona e internacional español Gerard Piqué ha desvelado que los jugadores de la Roja tanto del Barça como del Real Madrid comparten un grupo de 'WhatsApp' en el que se vacilan unos a otros, desde el cariño que se tiene como «hermanos de selección» que son, y ha apuntado el cambio en los blancos de las «sonrisas y músculos» del año pasado a lo «serios» que están ahora cuando van mal en LaLiga.

Piqué, en un largo artículo titulado 'A Long Story' ('Una Larga Historia') en el espacio 'The Players' Tribune', negó que los jugadores de Barça y Madrid de la selección se lleven mal pese a lo que pueda decir la prensa. «Nos llevamos muy bien y nos escribimos sobre tácticas y filosofías de fútbol e incluso de los libros que leemos... ¡Por supuesto estoy bromeando! Todo lo que hacemos es decirnos pestes los unos de los otros», apuntó el catalán antes de dar ejemplos.

«Es el mejor grupo, somos como niños pequeños. Y la verdad es que es muy divertido para mí ahora, porque estamos 15 puntos por encima del Real Madrid en LaLiga. Así que estoy muy creativo en las respuestas. El año pasado, cuando los del Real ganaban todo, se sentían muy bien. Me vacilaban cuando les veía en los entrenamientos de la selección», recordó.

«Cada vez que ganaban un partido la temporada pasada subían fotografías sin sus camisetas a Instagram desde el vestuario. Sonreían y mostraban sus músculos como 'The Rock' y decían #HalaMadrid con emojis triunfadores. Esta temporada es diferente. Sus fotos son serias, y les digo 'Vamos chicos, ¿por qué tan serios?' acompañado de un emoji sonriendo o llorando de la risa», desveló sobre qué escribe en el grupo al que ha puesto el nombre de 'CONGRATULATIONS' ('FELICIDADES').

Pero Piqué tiene claro que si puede bromear con sus compañeros es porque son sus «hermanos» en la Selección. «Podemos odiarnos en nuestros clubes, pero jugamos con un mismo sueño y eso me hace sentir muy muy orgulloso», aseguró. «Estoy extremadamente orgulloso de llevar la insignia cada cuatro años en la Copa del Mundo. Tal vez, a la gente le sorprenda. Si ves la televisión en Madrid, te contarán una historia muy diferente sobre mí», comentó.

«Dicen que soy un traidor y que quiero destrozar el país porque he mostrado mi apoyo público al derecho del pueblo catalán a votar en el referéndum sobre la independencia. Nunca he dicho qué votaría. No estoy tratando de ser un político e influir en la gente. Lo que yo crea es irrelevante», argumentó.

Sí repitió de nuevo su voluntad de que el pueblo catalán pueda ser escuchado. «Es una posición difícil para mí, personalmente, porque el momento más feliz de mi vida fue ganar la Copa del Mundo con España, pero ser catalán está en mi sangre. Esa es mi gente, mi herencia, mi tierra. Y cuando el 80 % de las personas en Cataluña dicen que quieren el derecho al voto, creo que deben ser escuchadas. Si esa opinión hace que mis propios compatriotas me repudien... bueno, yo estoy tranquilo con ese pensamiento», admitió.

Piqué también desmintió que la política afecte a la selección. «Dicen que en la selección hay agitación por diferencias políticas. En verdad, nosotros casi nunca hablamos de política. Estoy demasiado ocupado diciendo a los chicos del Real que están jodidos en la Liga y ellos están demasiado centrados hablándome de conspiraciones arbitrales», escribió al respecto.

Por último, pese a haber comentado en ocasiones que se querría haber retirado con 30 años, el central explicó que sigue motivado a sus 31 por las experiencias vividas y que vive en los vestuarios, y poder conocer a «genios» como Messi, Puyol, Neymar o Roy Keane, pese a que éste último, en sus palabras exactas, casi le mata.

«El fútbol es un viaje largo. Ganas. Pierdes. Te avergüenzas de ti mismo. Cometes errores. Ríes, lloras. Haces cosas tontas para pasar el rato. Quizá tus compañeros y tu incluso quemáis la moto de un técnico antes de comprarle una nueva. Creces desde chico hasta ser un hombre. Y es lo que hace bonito al deporte. Es sólo una larga historia».