Leo Messi celebra un gol con la camiseta del Barcelona; una imagen que quizás no vuelva a repetirse en el futuro. | Albert Gea

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Leo Messi ha cambiado de estrategia para buscar su salida del Barça y tras el burofax del pasado martes, ha pedido ahora una reunión con el club azulgrana para buscar una solución, tal y como ha avanzado El Periódico. Su idea sigue siendo la de marcharse. Entiende que no se podrá marchar gratis, pero tampoco abonando la imposible cláusula de 700 millones.

Pero ahora es el Barça el que ni se inmuta y el que se va a mantener firme en su posición. «O es para renovar o no hay nada que negociar», señalan. Es decir, Bartomeu y su Junta Directiva siguen declarando intransferible a Messi y no van a abrirse a negociar con ningún club la venta del jugador argentino. O viene un club con los 700 millones de euros de la cláusula o Messi seguirá vistiendo de azulgrana. Esta sigue siendo la postura en el Camp Nou tres días después de que Messi lanzara la bomba pidiendo su carta de libertad por medio de un burofax.

Sus asesores le han convencido de que es mejor terminar bien con el Barcelona, no solo por imagen, sino porque así se ahorra problemas en el futuro. Si pacta ahora su precio con la entidad culé no se arriesga a que un juez pueda dictaminar en el futuro una cantidad muy elevada para su traspaso, aunque sea inferior a los 700 de su cláusula, que su club de destino no pueda asumir. Zanjar su marcha con el burofax que envió el martes no solo puede afectar a su imagen sino también a la entidad en la que acabe, ya que no está claro cuándo acaba contrato el internacional argentino.

El Barça sigue sosteniendo que la prolongación de la competición por el coronavirus no amplía el plazo para que pueda romper el vínculo y que, por lo tanto, está renovado y su contrato concluye en junio de 2021 y no ahora, en agosto, como sostiene el futbolista. Además, en las oficinas están al tanto de sus contactos con el City no quieren reforzar, gratis y con el mejor jugador, a un rival directo por la Champions League.

Las posturas, por lo tanto, siguen alejadísimas y ahora mismo no se vislumbra ninguna solución a corto plazo. El Barça va a intentar convencer a Messi de que siga en el club, mientras que el argentino a día de hoy no ha cambiado de opinión y sigue pensando que su ciclo en el conjunto azulgrana se ha terminado.

El domingo Messi se presentará con sus compañeros para pasar las pruebas médicas y el lunes se pondrá a las órdenes de Ronald Koeman.