Las bajas han marcado la convocatoria de Luis Enrique, que no puede contar con un 9 puro al estar lesionados Morata y Gerard Moreno. Ferrán Torres será la referencia ofensiva. | MATTEO BAZZI

TW
0

La vigente campeona de Europa, Italia, dueña de un récord mundial de imbatibilidad que ya alcanza 27 partidos, representa un gran desafío para la selección española, que busca este miércoles su primera Liga de Naciones en una final a cuatro a la que llega condicionada por importantes bajas, pero con el descaro para buscar el éxito en la segunda fase final con Luis Enrique Martínez.

Castigada por las lesiones, España se reencuentra con la selección que le dejó a puertas de la final en una Eurocopa que confirmó un crecimiento indiscutible del grupo de elegidos de Luis Enrique. Desde aquella noche de Wembley a inicios de julio, la exhibición futbolística sin premio y los fallos en la tanda de penaltis de Álvaro Morata y Dani Olmo, han pasado tres meses en los que se ha metido en problemas en la fase de clasificación al Mundial 2022.

Y Luis Enrique dio un nuevo giro en búsqueda de una regularidad en los resultados que no encuentra, optando por los jóvenes valores, representados por Gavi, 17 años, y Yeremy Pino, 18, como últimas apuestas personales del seleccionador, antes que por la experiencia de futbolistas habituados a jugar partidos de grandeza. Los Dani Parejo, Iago Aspas o Ander Herrera no han tenido hueco en un grupo con numerosos cambios por las lesiones.

España encara el reto de conseguir el primer triunfo oficial ante Italia en su terreno, solo le venció en dos amistosos, con bajas de la importancia de Jordi Alba, José Luis Gayá, Raúl Albiol, Dani Carvajal o Marcos Llorente en defensa; el factor desequilibrante en el que se convirtió Pedri y su sustituto, Carlos Soler, en un centro del campo al que no se pueden sumar Thiago, Sergio Canales ni Brais Méndez; y con una delantera que añora a fijos como Dani Olmo, Álvaro Morata, Ansu Fati o Gerard Moreno.

Ausencias

Hasta catorce ausencias por problemas físicos que son una losa, condicionan los planes de Luis Enrique en una fase final que España ganó con brillantez, con un broche inolvidable en el 6-0 a Alemania, y muestran que el fútbol actual debe dar un giro a su calendario para rebajar el número inasumible de partidos por los futbolistas.

El plan del seleccionador pasa por repetir la estrategia del último duelo ante la ‘bella Italia' que acabó siendo campeona de Europa y salir por el partido. En Londres logró desdibujar a su rival presionando arriba y pretende robarle el balón a Italia en su casa para mejorar la fase de finalización que faltó para poder ser campeón de la Eurocopa 2020. Lo hará sin un 9 puro en la convocatoria, con Ferrán Torres como referencia ofensiva y goleadora, escoltado por el máximo artillero nacional de LaLiga, Mikel Oyarzabal.

La entrada de Sergio Reguilón en el carril izquierdo y Mikel Merino en el centro del campo, con la opción de que Gavi se convierta en el debutante más joven de la historia de la selección a sus 17 años y 60 días, completarían a una España que solo ha perdido solo uno de sus últimos nueve partidos contra Italia.

Tras el crecimiento de la Eurocopa 2020, encara el reto mayúsculo de volver a conseguir un título nueve años después. Desde la exhibición en Kiev, en la final de la Eurocopa 2012 con la goleada precisamente a Italia (4-0), el final de la ‘generación de oro' dio un paso a una transición en la que camina la selección con Luis Enrique al mando.

Italia llega a la cita de San Siro con la obligación de reinventar su delantera ante las bajas de Ciro Immobile y Andrea Belotti, que se suman a las de Spinazzola, Pessina y Castrovilli.