El problema es la baja del capitán cordobés. Sin Antonio en el centro el equipo cojea porque pierde no solo a un futbolista que ofrece unas prestaciones únicas, también el grupo se queda sin ese líder natural que tira del carro y sobre todo ordena y balancea la defensa. Hoy no estará y Aguirre le ha dado vueltas esta semana a qué hacer. Nastasic puede tener su oportunidad de inicio y tal vez pasar a Valjent en su lugar. En cualquier caso, habrá que superar su ausencia y dar la cara en un choque comprometido.
Sin embargo, algo que han conseguido Aguirre y Toni Amor —que hoy dirigirá al equipo— es que el grupo poco a poco se identifique más con su juego. En la portería la solvencia ha regresado con Rajkovic; la zaga ha madurado con Copete y Jaume Costa y en la sala de máquinas Baba parece haber conseguido de nuevo su mejor nivel y principalmente esa punta de confianza que le falta para que sus actuaciones sean más regulares y no sin tantos tonos grises.
Dani en su mejor nivel; Kang In con confianza y Muriqi dispuesto a rematarlo todo son el plan de arranque de un Mallorca que ha conseguido algo que en el fútbol parece fácil, pero que no lo es tanto: encontrar el equilibrio. A partir de ahí los partidos no son siempre del rival, como podía suceder en alguna función del curso pasado o en contadas de este como por ejemplo en San Mamés.
Sin embargo, en ocasiones el Mallorca debe recibir un golpe para despertar y tirar hacia adelante, como ocurrió por ejemplo en Valencia. Cuando esto sucede y consigue alargar el campo y el equipo, el conjunto aprieta y es protagonista de los partidos. Sucedió también esta pasada jornada frente al Espanyol al que consiguió arrinconar, pero sin llegar a sentenciar. Al final el rival empató con un gol de esos que no suele darse de forma habitual con un centro que se envenena y termina en la portería.
Ahora, a falta de dos partidos para que se frene de golpe la temporada debido al Mundial, el gran objetivo es abrazar cuantos más puntos mejor y ver pasar el tiempo hasta finales de diciembre entre amistoso y amistoso. Ahora, con trece puntos y seis más en juego en apenas cuatro días, el botín sería magnífico, aunque también es cierto que teniendo en cuenta la dificultad de los encuentros puede no sumar ninguno y quedarse como está.
En un escenario de tanta presión como es la Liga y a un partido puede suceder cualquier cosa, aunque lo cierto es que hay que aplicarse al máximo para superar a un rival que como local todavía no ha perdido esta temporada. El conjunto bermellón fuera de casa tiene altos y bajos, pero logra buenos resultados. No así en Palma, aunque ayer matizó Aguirre que el funcionamiento es buenos y que el principal defecto está en los resultados. Ahora toca volver a corroborar que lejos de Ciutat el equipo es capaz de dar un paso adelante frente a rivales de gran calidad como el Villarreal. Setién busca imprimir su sello, pero por el momento vive de lo bueno que construyó Unai Emery.
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El Vasco ha ordenado que se traslade el autocar del equipo a la ciudad del Turia y que lo aparquen delante de su portería !!!!!