El Manacor se despide de la Copa del Rey con honor

En la primera parte el Manacor dio muestras de ser un equipo sólido, trabajado y con la lección bien aprendida para afrontar un encuentro de una carga emocional como la de disputar un partido de Copa ante un Primera División. Sin cometer errores y sin precipitarse, el conjunto de Jaume Mut jugó de tú a tú al rival amarillo y en el primer periodo las dos mejores oportunidades de gol fueron para los rojiblancos.

Las internadas de Alberto, la movilidad de Riad y Nico Rubio y el fútbol de muchos quilates que atesora Sito Riera obligaron a Las Palmas a tener que aplicarse en defensa. El trabajo en la zaga también fue muy notable por parte de un Manacor que se mostró muy ordenado en la sala de máquinas y eficaz y práctico en defensa. Conscientes de que podía ser un partido muy largo, el Manacor evitó caer en la precipitación y en a buscar de forma alocada el marco contrario.

Mut quería tener a Las Palmas lejos de su área y lo consiguió. Una presión alta y por momentos muy eficaz motivó que el conjunto amarillo estuviera incómodo en el campo. Los minutos fueron pasando y Las Palmas trataba de aprovechar las pérdidas del once rojiblanco en su intención de trasladar el balón al campo contario. Solo de esta forma los de García Pimienta pudieron llegar con cierto peligro al área de Aarón.

Sin embargo, la primera y clara oportunidad de gol fue para el Manacor a los 22 minutos de juego. Sastre buscó la carrera de Riad entre los centrales y su disparo salió doblemente rebotado, primero en la cara del portero y después en un defensa. La pelota se fue a córner, pero perfectamente podría haber tomado la dirección del arco.

A pelota parada las categorías se igualan mucho y el Manacor tuvo en el saque de esquina su segunda oportunidad. El balón lo capturó Sastre en la frontal y su disparo fue muy bien intencionado. El esférico sin embargo salió cerca de la cepa del poste derecho del guardameta de Las Palmas.

Definitivamente el encuentro estaba parejo y por momentos el Manacor era quien mandaba sobre el equipo de Primera. La última oportunidad antes del descanso fue también para el equipo de la capital de Llevant en un centro de Joan Marí que remató Alberto Pareja de cabeza. El guardameta tuvo que detener el esférico en dos tiempos. Lo más justo a estas alturas de partido, cuando se llegaba al minuto 38 era que el cuadro rojiblanco estuviera ya por delante en el marcador. Las Palmas salvo algunas aproximaciones no llegó a generar peligro durante todo el primer acto.

Tras el descanso, Las Palmas pisó el acelerador y fruto de su insistencia llegó el tanto de Araujo, que sorprendió a Elías con un potente disparo desde la línea de fondo que se coló en la portería. Los visitantes no bajaron el ritmo y casi todo sucedió en la parcela de los locales, que vieron como Moleiro marcaba el segundo y sentenciaba la contienda. Los de Mut acusaron el cansancio, pero nunca le perdieron la cara al partido y lucharon hasta la extenuación para exprimir sus opciones y despedirse con honor de la Copa del Rey pese a que Pau Ferrer hurgara en la herida en los instantes finales.