Con estos argumentos, la sección tercera de lo Penal ha rechazado el intento del director de la selección masculina, Albert Luque, de enviar a un juzgado de Ibiza la parte de la investigación que le afecta -vinculada a las presiones a la jugadora y a su familia para que restase importancia al beso no consentido que le dio Rubiales tras la victoria del Mundial en Sídney (Australia) el pasado verano-.
Lo hace en un auto conocido este viernes en el que los magistrados argumentan que esa presión a la futbolista se habría producido con el objetivo de que «acomodara» su relato al del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, para «procurar la impunidad» del otro delito por el que se le investiga, agresión sexual. Ese criterio de conexidad, dice el tribunal, es el que determina que la causa se deba quedar en el Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia.
Luque ya formuló su petición ante el juez del caso, Francisco de Jorge, al alegar que las presuntas coacciones que se le imputan estarían enmarcadas en el viaje a la isla del que disfrutaron algunas futbolistas. Tanto la Fiscalía como el juez se opusieron a su teoría y ahora la Sala de lo Penal han avalado su criterio y ha rechazado el recurso de Luque.
En su auto los magistrados argumentan asimismo que esa «íntima» relación entre los hechos hace «imposible» que la investigación a Luque la lleve otro juzgado y además, de ser así, le perjudicaría. El juez del caso ya propuso sentar en el banquillo a los cuatro investigados -Rubiales, Luque, el exseleccionador Jorge Vilda y el director de marketing, Rubén Rivera-, aunque dejó en suspenso su auto para interrogar la semana pasada a la actual entrenadora de la selección femenina, Montse Tomé.
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A esa mujer un amigo en una celebración le dió un pico. A un jugador el otro día un desconocido y de por detrás le puso un dedo en el culo. Primero de una cosa se hizo cuestión de estado y se montó un circo durante meses y de lo segundo se habló al dia después y ya, increible que lo primero sea tratado como agresión sexual y lo segundo como un gesto obsceno. Imaginen que una mujer de la directiva del sevilla le da un beso a Ocampos en una celebración y que un desconocido le introduce el dedo en el ano a jenni hermoso.. No puede ser que según quien es la víctima y según quien el agresor la tipificación y la gravedad ante mismos hechos sea diferente. Ocampos dará las campanadas de 2024 con Ramón García?